El mercado de fichajes dejó historias sorprendentes y una de ellas estuvo protagonizada por Guillermo “Memo” Ochoa. El veterano guardameta mexicano estuvo a punto de firmar por el Burgos CF, pero su fichaje terminó frustrado en circunstancias realmente llamativas. Con el cierre del mercado ya consumado, el club castellano-leonés tuvo que reaccionar con rapidez para no quedarse sin portero.
El periodista Sergio González Pulgar narró en redes sociales el extraño desenlace de la operación. Según su relato, Ochoa llegó a Burgos, pasó el reconocimiento médico y acudió a las oficinas para formalizar el contrato. En ese momento pidió modificar un punto del acuerdo, se levantó para ir a por un café y nunca regresó. Desde entonces, dejó de responder llamadas y mensajes, lo que obligó al club a activar un plan alternativo. El elegido finalmente fue Jesús Ruiz, procedente del Racing de Ferrol, que firmó como agente libre.
El Burgos necesitaba reforzar su portería tras la retirada de Tomeu Nadal. Durante el verano tantearon diferentes opciones, incluido el mexicano, que buscaba un nuevo reto competitivo. Para Ochoa, fichar por el Burgos era una oportunidad de mantener protagonismo en el fútbol europeo de cara al Mundial 2026. El guardameta, internacional en cinco Copas del Mundo, aspiraba a repetir convocatoria con México y veía en la Liga Hypermotion un buen escaparate. Sin embargo, el desencuentro contractual terminó por romper una operación que parecía cerrada.

Trayectoria de Ochoa y objetivos personales
Con 39 años, Ochoa acumula una carrera extensa. En España defendió las porterías del Málaga y del Granada en Primera División. También ha jugado en Francia, Bélgica y, principalmente, en el Club América de México, donde es ídolo absoluto. Su experiencia y liderazgo eran argumentos de peso para un Burgos que quería combinar juventud y veteranía en la plantilla. La prioridad del jugador era llegar a un equipo donde pudiera ser titular indiscutible, algo clave para convencer al seleccionador mexicano de cara a la gran cita mundialista.
El desenlace obligó al Burgos a moverse rápido. En cuestión de horas, el club cerró la incorporación de Jesús Ruiz, que llega tras desvincularse del Racing de Ferrol. El portero catalán se une a una lista de fichajes donde destacan también Mario González, Iván Chapela y Mateo Mejía, entre otros.
Con estas incorporaciones, el equipo dirigido por Jon Pérez Bolo pretende consolidar un bloque competitivo en la Segunda División. Aunque la plantilla quedó reforzada, la historia de Ochoa se ha convertido en uno de los episodios más surrealistas del verano futbolístico español.
La espantada de Ochoa deja varias incógnitas abiertas. Por un lado, el Burgos se asegura porteros jóvenes y con proyección, pero pierde la posibilidad de contar con un referente internacional. Por otro, el propio Ochoa sigue sin equipo en Europa y deberá buscar alternativas en mercados aún abiertos, como el de Turquía o Arabia. Mientras tanto, el Burgos ya mira hacia adelante con el objetivo de mantenerse sólido en la categoría y evitar sobresaltos en la portería.