Aunque en los últimos años nos habíamos acostumbrado a Clásicos prácticamente insustanciales, parece que esta temporada, al fin, el mayor atractivo del fútbol español ha vuelto a generar espectáculo. Un claro ejemplo es el partido de este domingo, en el que ha ocurrido de absolutamente todo ya en la primera mitad, que se terminó con un 1-1 en el marcador. Hubo mucho ritmo, dos goles, tensión, lesiones y, cómo no, polémica.
Corría el minuto 29 de partido cuando Lamine Yamal -de nuevo, el más eléctrico en las ofensivas- remató un saque de esquina con el exterior. Nadie se esperaba ese recurso, ni siquiera Andriy Lunin, que reaccionó como pudo. El arquero ucraniano se encontraba dentro del área cuando rechazó el balón con la palma de sus guantes.
Sin embargo, sorprendentemente, en ninguna toma de todas las cámaras se puede apreciar con exactitud si el balón termina sobrepasando totalmente la línea o no. Por ese motivo, el colegiado Soto Grato ha decidido no dar por válido el tanto pese a que la sensación es que podría haber entrado.
La explicación de Radio MARCA
Evidentemente, como en cualquier controversia, hay diversas opiniones sobre esa acción. Algunos consideran que ese remate de Lamine Yamal tendría que haber supuesto el segundo gol del Barça y otros, por otro lado, creen que la decisión arbitral ha sido la correcta. Uno de los defensores de esta segunda doctrina es el excolegiado Pérez Burull, actual colaborador del programa 'Marcador', en Radio MARCA.
"No tenemos la máquina que nos saque de dudas pero el balón parece que entra en su totalidad cuando Lunin está dentro de la portería. Si no hay seguridad de que es gol la decisión del árbitro es correcta", defendía el cántabro. Es decir, considera que la pelota supera la línea y, por tanto, es gol, pero como hay ninguna toma que pueda corroborarlo, entiende la decisión arbitral de no darlo como la adecuada.
Esta polémica acción protagonizará muchos debates entre la comunidad futbolera durante los próximos días. La realidad es que la jugada no hace más que demostrar que la tecnología no funciona de la forma óptima en la que debería funcionar. Nada de esto hubiera ocurrido si se hubiera implementado ya, por ejemplo, el 'Hawk eje goal line' que utilizan en la Premier League.