El rugido de los motores estadounidenses se ha colado esta semana en las conversaciones más exclusivas de la Fórmula 1. Un piloto curtido en la IndyCar ha captado renovado interés desde Europa. El impacto mediático está servido.
En pleno final de temporada en IndyCar, el nombre de Álex Palou ha resurgido con fuerza en el mercado de fichajes de F1. Su cuarta corona y la victoria en las 500 Millas de Indianápolis lo demuestran al máximo nivel. Y ahora, varios medios señalan que Red Bull habría sondeado su entorno. El equipo austríaco, en plena reestructuración, busca despegar de su irregular curso en 2025, y valoraría sumar a Palou como escudero de Max Verstappen.
El rumor cobra peso al formularse en un contexto de múltiples cambios dentro de la escudería. Red Bull atraviesa turbulencias tras la salida de figuras clave y su posición en el Campeonato de Constructores es menos dominante que en años anteriores.

Palou lo desmiente y defiende su estabilidad en IndyCar
El piloto de Sant Antoni de Vilamajor ha sido claro en sus declaraciones más recientes. Declara que está cómodo y enfocado en la IndyCar. Indica que las oportunidades en Fórmula 1, además de complicadas, no encajan en sus prioridades actuales. Su entorno, su equipo ganador y su edad (28) están alineados con su compromiso actual, aunque se reconoce que una llamada de Red Bull podría alterar esa ecuación.
La cláusula contractual que mantiene viva la posibilidad
El contrato de Palou con Chip Ganassi Racing incluye una particular cláusula: una vía de salida anticipada si surge una oportunidad en Fórmula 1. Esa condición, solo activable mediante compensación económica, mantiene encendida la posibilidad de un salto al Gran Circo en 2026.
En paralelo, otra novedad del mercado apunta a que Cadillac, la nueva escudería que entrará en F1 en 2026, tendría prácticamente cerrada su dupla de pilotos: Sergio Pérez y Valtteri Bottas. Esta confirmación hace aún más relevante el rumor sobre Palou en Red Bull.
¿Un nuevo catalán en el “Gran Circo”?
Si el fichaje se confirma, Red Bull podía poner en pista una alineación histórica: Max Verstappen junto a un tetracampeón de IndyCar. Sería una apuesta audaz y disruptiva. Además, colocaría a un español otra vez en el centro mediático de la F1. Pero por ahora, todo queda en especulación. Ni Palou, ni su equipo, ni su agente reconocen avances en esas conversaciones.
El contexto y las declaraciones recientes apuntan a que el catalán disfruta de una carrera estable y exitosa en Estados Unidos. No obstante, su palmarés y su cláusula contractual podrían situarlo nuevamente en la órbita de la F1, si alguien está dispuesto a mover ficha. No tenemos un catalán desde que Pedro de la Rosa colgó el mono allá por 2012.