A sus 22 años, Ilaix Moriba ha vivido un viaje lleno de altibajos desde que dejó el FC Barcelona en 2021. Formado en La Masia y considerado una de las grandes promesas del club, el centrocampista guineano optó por cambiar de aires en busca de un mejor contrato y mayores oportunidades. Sin embargo, su salida del conjunto blaugrana marcó el inicio de un periplo complicado que lo llevó a reconocer públicamente su error.
En una reciente entrevista, Ilaix confesó con sinceridad: "Me equivoqué saliendo del Barça", unas palabras que reflejan el pesar por una decisión que, lejos de impulsar su carrera, la sumergió en una serie de cesiones y retrocesos.
Del sueño azulgrana a un futuro incierto
Bajo la dirección de Ronald Koeman, Ilaix logró consolidarse en el primer equipo del Barça con tan solo 18 años. El técnico neerlandés confiaba en él y le recomendó renovar, pero el joven futbolista optó por aceptar una oferta del Red Bull Leipzig. El traspaso, valorado en 16 millones de euros, supuso un golpe tanto para el club como para el propio jugador.
Desde entonces, su carrera ha sido una constante lucha por recuperar su mejor versión. En Alemania no logró consolidarse, y tras solo cinco meses, fue cedido al Valencia. Pese a tener algunas oportunidades, su valor de mercado comenzó a desplomarse. Volvió a ser cedido al conjunto che, pero su protagonismo nunca fue el esperado.
Una caída en picado y la búsqueda de redención
En enero de 2024, el Getafe se convirtió en su nuevo destino, nuevamente en calidad de cedido. Su valor de mercado, que en su etapa en el Barça alcanzó los 25 millones de euros, había caído hasta los 3 millones. A pesar de los altibajos, Ilaix nunca dejó de buscar una oportunidad para relanzar su carrera. Finalmente, el Celta de Vigo le ofreció la continuidad que tanto anhelaba.
En el conjunto gallego, el guineano ha vuelto a sentirse futbolista. "Soy feliz en el Celta. Aquí he encontrado la regularidad que tanto necesitaba", declaró. No obstante, también reconoció el duro golpe emocional que supuso su salida del Barça: "Por un momento pensé que se acababa todo".
Un camino que allanó la llegada de Gavi
Curiosamente, la marcha de Ilaix Moriba abrió la puerta a otra joya de la cantera blaugrana: Gavi. Tras la salida del guineano, el centrocampista andaluz se convirtió en una pieza clave en el esquema de Koeman y posteriormente de Xavi Hernández. Lo que pudo haber sido el gran salto de Ilaix se transformó en la consagración de un nuevo talento.
Hoy, Ilaix Moriba busca reconstruir su carrera y demostrar que todavía tiene el talento que en su día maravilló a la afición culé. Su historia sirve como una lección para muchos jóvenes futbolistas: en el mundo del fútbol, a veces, la paciencia y la fidelidad a un proyecto pueden ser claves para alcanzar el éxito.