Que Vinicius es un talentosísimo jugador de primer nivel es un aspecto indudable; lo demuestra día a día sobre el verde. Con sus acciones individuales es capaz de cambiar el rumbo de partidos y es habitual verle siendo protagonista y anotando importantes goles que brindan puntos al Real Madrid.
Sin embargo, hay un factor que preocupa enormemente al Real Madrid y que se ha polarizado todavía más esta temporada. El brasileño no deja de acaparar el foco mediático por sus múltiples controversias. Al atacante le cuesta controlar sus emociones y se está habituando a recibir cartulinas amarillas.
De hecho, no podrá estar presente en el próximo duelo liguero del Real Madrid porque le toca cumplir sanción por acumulación de tarjetas. La última la recibió frente a Osasuna en una innecesaria protesta. Y el partido frente al Athletic se antoja como uno de los más complejos de los que restan de temporada; su ausencia deja algo tocado al equipo merengue.
Con todo, la situación se ha convertido del todo insostenible y en el vestuario empiezan a considerar que las constantes protestas y peleas de Vinicius afectan al equipo. Por eso, Carlo Ancelotti ya le ha llamado la atención en más de una ocasión (alguna de ellas públicamente).
El Vinicius más amonestado
El atacante brasileño ya ha recibido 8 cartulinas amarillas en lo que llevamos de temporada; y la mayoría de ellas han sido por protestas, discusiones, provocaciones o agresiones a rivales. En total, suma 42 desde que llegó al Real Madrid. Son cifras demasiado elevadas teniendo en cuenta que se trata de un jugador de la parcela ofensiva.
Y esto no es nada nuevo; todo lo contrario, es una situación que ya viene prolongándose durante los últimos años. La temporada pasada ya recibió 16 amonestaciones y la anterior 7. Ahora, Carlo Ancelotti, pese a la enorme confianza que tiene en Vinicius, ya ha llegado a su límite.
El técnico italiano considera fundamental que el brasileño pueda controlar su temperamento y limitarse a jugar al fútbol. Cada partido a domicilio es un sinvivir para el madridismo, pues Vinicius ha conseguido ganarse el recibimiento hostil en todos y cada uno de los estadios que visita. Y esto tiene que acabarse.
Vinicius lo reconoció
Lo más sorprendente de todo es que fue el propio Vinicius quien reconoció que todo esto tenía que cambiar. Lo hizo hace un par de meses, justo después de anotar un hattrick en la final de la Supercopa de España. "Quiero hacerme una persona mejor, acabo enfadando a los demás, a mí también y a mis compañeros; tengo que mejorar", dijo.
"Hablo demasiado y hago regates que no se deben hacer. Pero estoy aquí para mejorar y para dar ejemplo a los niños. El míster y mis compañeros me están enseñando lo que tengo que hacer", confesó.