Las ventanas de fichajes suelen ser el escenario de inesperadas vueltas de guion, especialmente cuando se trata de posiciones tan delicadas como la portería. El Real Zaragoza, inmerso en una profunda renovación tras otra campaña lejos de los objetivos históricos del club, ha visto cómo uno de sus grandes deseos para la 2025-26 se esfuma. El inicio de julio trajo consigo un movimiento que pocos en la capital aragonesa esperaban, justo cuando el nuevo proyecto blanquillo trataba de ilusionar a su afición con caras conocidas y solvencia bajo palos.
La llegada de Txema Indias a la dirección deportiva del Real Zaragoza marca un punto de inflexión. El club busca, con urgencia, dar forma a una plantilla que recupere la competitividad en la Liga Hypermotion y vuelva a soñar con el ascenso. La portería, donde Gaetan Poussin se mantuvo como titular el pasado curso y Joan Femenías acaba de salir tras rescindir contrato, se había convertido en prioridad para la secretaría técnica. Sin embargo, la negativa de Diego Mariño a incorporarse a la disciplina blanquilla ha obligado al Zaragoza a reorientar sus movimientos en el mercado.
Diego Mariño, experiencia para un Albacete que aspira a crecer
Diego Mariño, uno de los porteros más cotizados de la categoría, finalmente no vestirá de blanquillo. El guardameta gallego, que finalizó la temporada en el Granada CF tras una trayectoria que incluye paradas de mérito y años de regularidad en Segunda, fue tentado tanto por el Zaragoza como por el propio Granada, que llegó a proponerle una renovación a la baja. Sin embargo, el Albacete Balompié convenció al veterano cancerbero con un proyecto deportivo más atractivo y una propuesta económica sólida.
La noticia se hizo oficial a comienzos de semana, sellando así una de las operaciones más sonadas de este verano en la categoría de plata. Mariño, que suma casi 400 partidos como profesional, peleará por la titularidad con Raúl Lizoain, el portero canario que el año pasado se adueñó de la meta manchega. La competencia en el Carlos Belmonte promete ser feroz y el Albacete, tras asegurarse uno de los fichajes más codiciados, aspira a dar un salto de calidad en la portería.
Alternativas del Zaragoza y la búsqueda de un portero de garantías
Para el Real Zaragoza, la negativa de Mariño no supone el fin de su planificación, pero sí un contratiempo que obliga a acelerar otras negociaciones. En las oficinas de La Romareda suena con fuerza el nombre de Alejandro Iturbe, portero del filial del Atlético de Madrid, según El Desmarque. La buena relación entre ambos clubes podría facilitar su llegada, aunque el joven guardameta prioriza un destino que le asegure minutos y continuidad, algo fundamental a sus 22 años.
Tampoco se descarta el fichaje de Guilherme Fernandes, uno de los porteros más prometedores de la cantera del Betis, aunque su futuro parece estar más cerca del Real Valladolid. Mientras tanto, el club aragonés valora incluso la incorporación de dos guardametas en este mismo mercado para dar profundidad a la plantilla, recordando que el curso pasado recurrió a nombres de la casa como Carlos Calavia y Guillermo Acín.
El mes de julio solo ha comenzado, pero la realidad es que el Real Zaragoza debe moverse rápido si quiere asegurarse una portería de garantías. La competencia entre clubes es feroz y las decisiones de los jugadores pueden cambiar en cuestión de horas. Diego Mariño ya ha elegido Albacete y con su fichaje oficializado, el club manchego presume de experiencia bajo palos. Ahora, todas las miradas están puestas en los próximos movimientos del Zaragoza, que no renuncia a seguir siendo protagonista en el mercado y sueña con acertar en una posición clave para su futuro inmediato.