En el tramo final de la temporada, el ambiente en el FC Barcelona se ha visto marcado por la expectación y cierta tensión, especialmente alrededor de la portería. Con el futuro del equipo en juego y los rumores de fichajes en pleno apogeo, cualquier gesto o decisión adquiere una trascendencia especial, sobre todo cuando involucra a figuras históricas del vestuario azulgrana.
Durante las últimas semanas, la situación de los guardametas del Barça ha generado debate en el entorno culé. El protagonismo que tuvo Marc-André ter Stegen en años anteriores parece estar en entredicho. Mientras la directiva estudia nuevas incorporaciones para reforzar la plantilla, la afición observa con inquietud los movimientos de uno de sus capitanes, que no atraviesa su mejor momento de sintonía con el club.
El FC Barcelona ha cerrado una temporada llena de contrastes. Aunque se aseguraron el título en casa del Espanyol, el equipo ha tenido que gestionar las emociones y la presión en un año de transición marcado por el cambio de entrenador y los problemas físicos de varios jugadores clave, entre ellos Ter Stegen. El guardameta alemán, que regresó recientemente tras una lesión que le mantuvo fuera de los terrenos de juego durante semanas, esperaba ser de nuevo indiscutible en la portería.
Sin embargo, la realidad ha sido bien distinta. En los últimos partidos, la rotación en la portería se ha intensificado y el debate en torno a quién debe ocupar el arco blaugrana ha crecido. Los rumores sobre la posible llegada de Joan García, portero revelación de la Liga, han alimentado todavía más la incógnita. Según fuentes cercanas al club, si finalmente se produce este fichaje, García llegaría con la intención de ser titular, relegando a Ter Stegen a un papel secundario. Este posible escenario no solo afectaría la jerarquía del vestuario, sino también la relación del club con una de sus piezas más emblemáticas.
El gesto de Ter Stegen que sorprende al barcelonismo
En este contexto de incertidumbre, ha llamado la atención el último gesto de Ter Stegen tras el penúltimo partido de Liga, explicado por el Mundo Deportivo. Cuando la directiva había planeado una celebración especial para agradecer el apoyo de la afición durante la temporada en el Estadi Olímpic de Montjuïc, el acto no se desarrolló como se esperaba. La escaleta del evento contemplaba un mensaje de los jugadores y, especialmente, de los capitanes a los seguidores presentes en el estadio.
Sin embargo, según ha trascendido, fue el propio Ter Stegen quien optó por no tomar la palabra, decidiendo que no hubiese parlamentos pese a que estaba previsto y anunciado. Esta actitud ha generado malestar tanto en la directiva como entre buena parte de la afición, que esperaba una despedida diferente en el último partido en casa.
Algunos periodistas han señalado que el portero alemán estaría molesto por el reparto de minutos tras su recuperación, especialmente después de la apuesta del cuerpo técnico por alternativas en la portería. Esta situación refuerza las dudas sobre su continuidad y sobre el clima interno en el vestuario azulgrana.