Otra temporada insustancial más en la Romareda; y ya van varias de forma continuada. El Real Zaragoza, de nuevo, tendrá con conformarse con terminar la temporada en media tabla, lejos de los puestos de playoff. Y eso que el curso comenzó de forma escopeteada, con los aragoneses liderando la tabla; pero, de la noche a la mañana, el nivel bajó de forma notable.
Con todo, el retorno al banquillo de Víctor Fernández le ha brindado una nueva cara al equipo; y ahora quieren mantenerse en esta línea. Por eso, han trasladado su total confianza al técnico nacido en Zaragoza, que seguirá dirigiendo al equipo el próximo curso. Y esta decisión podría ayudar a que otro de los grandes nombres de la historia contemporánea del club siga el mismo camino que el entrenador y retornar a la Romareda.
Hablamos de quizá el futbolista más talentoso que ha vestido la carcasa blanca del Real Zaragoza en las dos últimas décadas, Ander Herrera, que milita actualmente en el Athletic Club. Aunque es nacido en Bilbao, el centrocampista llegó en 2004, con 15, al fútbol base del equipo maño y no se marchó hasta 2011, después de dos años en el primer equipo.
El dilema de Ander Herrera
En 2011 disfrutó de su primer periplo en San Mamés, en el antiguo, antes de poner rumbo en 2014 hacia el fútbol de los transatlánticos. Jugó primero para el Manchester United y más tarde para el PSG. En 2022 escribió su segundo capítulo con la carcasa del Athletic Club.
En la 2022/23 estuvo cedido en el club rojiblanco, ese mismo verano se terminó su contrato con el PSG y, por tanto, pudo continuar su estancia en Bilbao. Esta vez, llegó como agente libre y se vinculó durante un año con el Athletic; es decir, hasta junio de este 2024. Sin embargo, él, así como todos los jugadores de la entidad bilbaína cuyo compromiso vence en 2024, tiene una oferta de renovación sobre la mesa como premio por la conquista de la Copa del Rey.
La próxima temporada se avecina muy ambiciosa para el Athletic Club, pues disputarán competición europea; falta por determinar si la Champions o la Europa League. Además, la final de esta segunda competición continental se disputará en su propio feudo. Estos motivos residen en un lado de la balanza de Ander Herrera.
No obstante, en el otro lado cuenta con argumentos de valor emocional. Siempre le ha tenido un cariño muy especial al Real Zaragoza, el club en el que se formó y que lo llevó a la élite. En varias ocasiones ha mencionado que le encantaría poder volver a vestir la camiseta del club aragonés; y ahora tiene una oportunidad espectacular.
Ansía poder devolverle el favor al elenco maño y ayudarles a conseguir el ascenso en el próximo curso. Además, no pondría ningún impedimento económico y está dispuesto a reducirse su ficha notablemente. Ahora, pues, sólo le queda decidirse por uno de los dos clubes que residen en su corazón; casi nada.
Todas las cartas están sobre la mesa y ahora depende todo única y exclusivamente de la decisión que quiera tomar. Eso sí, hasta final de temporada no la hará pública. Así pues, todavía deberemos de esperar unas semanas.