Xavi Hernández dejará el banquillo del Futbol Club Barcelona a final de temporada. Él mismo lo anunció después de la dolorosa derrota del Barça por 3 a 5 contra el Villarreal. El de Terrassa también aseguró que era una decisión que hacía semanas que ya tenía tomada. Criticó, entre otras cosas, la enorme presión que siente un entrenador del Barça.
Automáticamente empezaron a salir algunos nombres para sustituirle a partir de la temporada 2024/2025. Primero fueron algunos recurrentes como el de Jurgen Klopp. Abandonará el Liverpool a final de temporada aunque a priori su intención es tomarse dos años sabáticos. De Zerbi, Thiago Motta o Concienciao también gustan bastante, especialmente el primero. Está haciendo un gran trabajo con el Brighton de la Premier League.
Días después siguen apareciendo nombres y dos de ellos serían retornos sonados. El primero es Pep Guardiola y ahora aparece el nombre de Frank Rijkaard. Así lo asegura el periodista Dávid Sánchez en Radio Marca. Según Sánchez, Laporta habría contactado con Rijkaard aunque a priori será difícil que quiera volver a sentarse en un banquillo. En los últimos años apenas ha entrenado. Su última experiencia fue con la Selección de Arabia Saudí, cargo que dejó hace más de 10 años.
El neerlandés no habría cerrado la puerta del todo, lo que da esperanzas a Joan Laporta. David Sánchez también asegura que el Presidente culer habría ofrecido a Rijkaard la posibilidad que su segundo entrenador fuera Marco Van Basten, otra leyenda del fútbol de los Países Bajos. Curiosamente Van Basten también lleva 10 años sin entrenar.
Una era de contrastes: Frank Rijkaard en el banquillo del Barça
La etapa de Frank Rijkaard como entrenador del FC Barcelona es recordada como una de las más emblemáticas en la historia moderna del club. Su legado es una mezcla de éxitos, del inicio de algo muy grande pero también de errores que acabaron desembocando en su salida.
Rijkaard tomó las riendas del Barça en 2003, en un momento en que el club estaba sumido en una sequía de títulos y una identidad futbolística en desorden. Joan Laporta confió en él y no se equivocó. Con su llegada, se respiró un aire de cambio y optimismo. Su filosofía de juego, que enfatizaba el control del balón y un estilo ofensivo, supuso una bocanada de aire fresco en el Camp Nou.
Lo bueno de su época fue innegablemente brillante. En la temporada 2004-2005, Rijkaard llevó al Barça a ganar La Liga tras seis años sin saborear el triunfo. La consagración se repitió en la temporada siguiente, consolidando al equipo como una fuerza dominante en España. Pero fue en 2006 cuando Rijkaard y su Barça tocaron el cielo: ganaron la UEFA Champions League en París, un triunfo que no solo significó la culminación de una temporada sino el reconocimiento al resurgimiento del club como potencia europea.
La CHAMPIONS ⭐️ del BARÇA de RONALDINHO
Bajo su tutela, figuras como Ronaldinho alcanzaron su apogeo, encantando al mundo con un fútbol deslumbrante. Rijkaard también fue fundamental en la integración de jóvenes promesas de la cantera, como Lionel Messi, quien bajo su ala comenzó a dar sus primeros pasos hacia convertirse en una leyenda del fútbol mundial.
Sin embargo, el mandato de Rijkaard no estuvo exento de cosas malas. Tras los días de gloria, el equipo experimentó una notable bajada de rendimiento. La última temporada del holandés, 2007-2008, estuvo marcada por la inconsistencia y la falta de títulos, lo que llevó a su salida. Los críticos señalan que Rijkaard no pudo gestionar adecuadamente el vestuario, y que su naturaleza apacible a veces se traducía en una falta de disciplina táctica y personal que afectaba al equipo.
Juan Carlos Unzué, miembro del staff técnico del neerlandés en el Barça, fue entrevistado por Jordi Wild. Allí expuso los motivos que según él fueron determinantes para el fin del ciclo del éxito.
¿Por qué terminó tan mal el Barça de Rijkaard y Ronaldinho? - Miembro del staff técnico lo explica
El estilo de juego que inicialmente fue su gran fortaleza se convirtió en una vulnerabilidad cuando los rivales aprendieron a contrarrestar su fútbol. Así, su legado es visto como una moneda de dos caras: la genialidad de los primeros años y la decepción de no haber sabido renovar y mantener esa magia en el tiempo. Esto y el hecho que prácticamente no haya entrenado tras dejar el Barça, generan muchas dudas entre la afición culer.