Lo que ocurrió el martes en Lisboa va a dar mucho de qué hablar. Primero, por la auténtica oda en la que se convirtió el partido; nueve goles y una remontada épica del Barça, que terminó imponiéndose en el 95'. Por supuesto, también por la polémica, que afectó, aparentemente, a ambos conjuntos por partes casi iguales.
Pero no termina aquí. Los tres silbidos de Danny Makkiele no supusieron, ni de lejos, el final de la trama. Varios fueron los enfrentamientos que hubieron entre integrantes de las dos escuadras en el túnel de vestuarios, aunque no pudimos presenciarlo en la emisión por las restricción de la UEFA en estos casos. Y por si eso fuera poco, el cuarto tiempo se disputó en las zonas de prensa.
Allí acudió Raphinha a charlar con los periodistas y, como viendo siendo habitual últimamente, sus palabras encabezaron muchos titulares. En este caso, por su dura referencia a los árbitros de LaLiga después de ser preguntado por si prefería a los colegiados de la Champions o de la competición doméstica. Y ahí llegó la lanza: "Si digo lo que pienso, quizás no volvería a jugar en la LaLiga, pero es lo que tenemos".
El brasileño, pues, fue el MVP en el terreno de juego después de su doblete y de su gol en el tiempo de descuento para certificar la remontada. Pero también lo fue en el prólogo, con sus habitual honestidad frente a las cámaras.
Más quejas culés contra los árbitros
Al margen de la explosividad del brasileño, Joan Laporta se ha mostrado con la misma firmeza de las últimas semanas, reiterando sus quejas hacia los arbitrajes. Sin llegar a la crudeza del atacante, el presidente blaugrana no ha dudado en calificar como “un escándalo” algunas de las últimas decisiones, y ha pedido mayor coherencia y, sobre todo, un uso más claro de la tecnología disponible. Para Laporta, el problema no radica en la existencia del VAR, sino en la forma en que se aplica en cada situación.
Mientras tanto, Hansi Flick, con un talante habitualmente conciliador y poco dado a buscar excusas en el colectivo arbitral, ha decidido pronunciarse con cierto malestar. El técnico alemán, satisfecho con el rendimiento de los suyos en competición europea, no comprende que en LaLiga se vivan episodios tan polémicos y, al mismo tiempo, tan unánimes para el entorno blaugrana. Pese a no hacer alusiones tan directas como Raphinha, Flick ha dejado entrever que la desconfianza hacia algunos colegiados crece en el vestuario, y que el club no se quedará de brazos cruzados.
Otro de los referentes del equipo, Marc-André ter Stegen, fue consultado por las declaraciones de Raphinha y se limitó a decir que entiende la frustración de su compañero. Aun así, el cancerbero alemán recalcó que la plantilla prefiere centrarse en lo estrictamente futbolístico: “No queremos distracciones; suficiente trabajo tenemos para intentar ganar todos los títulos posibles”, apuntaba con serenidad. De manera similar se ha expresado Jules Kounde, uno de los últimos damnificados por la supuesta injusticia arbitral. El central francés insistió en que la plantilla mantiene la cohesión y que, a pesar de los reveses sufridos en algunos encuentros de Liga, la atmósfera del equipo es positiva.