El cierre de las Eliminatorias Sudamericanas hacia el Mundial 2026 se presenta cargado de dramatismo, con una última plaza en juego. Venezuela y Bolivia se disputan el billete al repechaje intercontinental, mientras Colombia, ya clasificada, puede convertirse en juez involuntario de la clasificación.
Johan Mojica, lateral del Mallorca, ha sido una pieza importante en el esquema de Néstor Lorenzo. El seleccionador cafetero lo ha utilizado como titular en buena parte de la fase, aportando recorrido ofensivo y fiabilidad defensiva. Sin embargo, con Colombia ya clasificada, surge la duda de si Lorenzo dará minutos a jugadores menos habituales. Esa decisión puede alterar el desenlace, ya que Venezuela necesita superar a los cafeteros para no depender de lo que ocurra en La Paz.
En el otro extremo de la ecuación aparece Óscar López, joven futbolista de 19 años recién ascendido al filial del Mallorca. Aunque apenas ha sumado minutos con Bolivia —solo participó en la derrota ante Ecuador—, su inclusión en las convocatorias refleja la apuesta por el futuro. En los tres últimos partidos no ha tenido protagonismo, pero vive en primera persona la tensión de una selección que se juega su continuidad en la competición. Para Los del Altiplano, la única opción es derrotar a Brasil y esperar que Mojica y compañía eviten el triunfo venezolano.

El cruce indirecto que decide una repesca
Curiosamente, ambos futbolistas ya se vieron las caras hace apenas unos días, cuando Colombia venció a Bolivia por 3-0 y aseguró su clasificación directa. Aquel resultado complicó seriamente el camino de La Verde, que ahora depende de un favor indirecto de los cafeteros. El llamado “pacto” mallorquinista se entiende en este contexto: Mojica podría tener la llave para que Óscar López siga soñando con la repesca, siempre y cuando Colombia sume puntos contra Venezuela.
Los del Altiplano se enfrentan a una misión casi imposible. Además de ganar a Brasil en la altitud de La Paz, necesitan que Venezuela no venza a Colombia. El empate no les sirve, ya que la diferencia de goles favorece claramente a la Vinotinto. La presión es total para un combinado que comenzó la fase con fuerza pero se ha ido desinflando con el paso de los meses.

Mallorca, pendiente del desenlace sudamericano
En Son Moix observan con atención este doble desenlace. Mojica ya está consolidado como jugador de selección y afronta el reto de mantener la competitividad de Colombia, incluso con el billete asegurado. En cambio, López representa la ilusión del futuro, todavía lejos del primer equipo pero con un escaparate internacional que puede acelerar su crecimiento. El desenlace de esta jornada no solo definirá la repesca mundialista, sino también la proyección de dos jugadores con presente y futuro en el Mallorca.