El FC Barcelona sigue con paso firme en la preparación de su próximo proyecto deportivo. A pesar de las limitaciones presupuestarias que aún condicionan los movimientos del club, la dirección deportiva encabezada por Deco no ha dejado de explorar alternativas para fortalecer la plantilla sin caer en desequilibrios financieros.
Entre las múltiples carpetas abiertas, dos nombres han ganado fuerza en las últimas horas. Dos futbolistas que, por calidad, rendimiento y proyección, podrían aportar al equipo un salto cualitativo inmediato. Uno es un viejo conocido de la casa; el otro, una figura emergente en la élite europea. Ninguno de los dos será barato, pero en el Barça creen que el coste puede valer la pena… si se da una condición clave.

Una oportunidad sentimental… con mucho fútbol
El primero de los objetivos responde más al corazón que a la razón, aunque sus números lo avalan de sobra. Se trata de un futbolista formado en La Masía, que nunca llegó a consolidarse en el primer equipo, pero que ha brillado en el extranjero. Actualmente está siendo una de las grandes sensaciones en el Bayer Leverkusen por su capacidad para sumar en ataque.
Lleva semanas siendo observado de cerca, y su nombre ya circula con fuerza entre los responsables del área técnica. No sería una operación sencilla: su cotización ha subido y hay competencia desde otros países. Sin embargo, su deseo de regresar a casa puede ser determinante para desbloquear el acuerdo.

La alternativa inteligente en la medular
El segundo nombre, en cambio, tiene menos vínculo emocional con el club, pero muchas cualidades técnicas que seducen al staff de Flick. Juega actualmente en la Serie A, es polivalente, con mucho recorrido y una notable capacidad de adaptación táctica. Ha rendido tanto de interior como de pivote, y algunos ya lo comparan con jugadores de referencia por su lectura de juego y su constancia.
Su club no quiere dejarlo salir, pero el interés desde varios grandes europeos ha abierto una posibilidad para el verano. En el Barça ven con buenos ojos su incorporación, especialmente si alguno de los centrocampistas actuales acaba saliendo o si no se renueva a ciertos veteranos.
¿Qué falta para cerrar?
En ambos casos, las operaciones están todavía en fase de estudio. Falta liberar masa salarial, hacer caja con alguna venta estratégica, y definir si finalmente se recupera la regla 1:1 que permitiría una mayor flexibilidad en el mercado. Nada está cerrado, pero las conversaciones avanzan.
Y aunque el foco mediático se ha centrado en nombres más mediáticos, estos dos perfiles representan lo que ahora busca el club: jugadores que encajen, que no rompan la estructura económica y que lleguen con ganas de comprometerse con el proyecto.
Solo al final del análisis aparece la confirmación de los nombres que ahora ilusionan en los despachos culés: Tijjani Reijnders y Alejandro Grimaldo.