El fútbol no da tregua y menos en Segunda División, donde los proyectos nunca pueden parar ni siquiera después de una temporada histórica. El CD Mirandés vivió el pasado curso una de las campañas más brillantes de su historia reciente, pero la alegría se vio empañada por la derrota en la final del playoff ante el Real Oviedo. El sueño del ascenso se esfumó en la última batalla y la plantilla rojilla ya ha tenido que cambiar el chip: toca reinventarse para volver a luchar por el salto de categoría.
A pesar del golpe anímico, la directiva y el cuerpo técnico se han movido rápido en el mercado, convencidos de que la ambición no debe decaer. El club de Anduva busca refuerzos que permitan consolidar la base competitiva que tan bien funcionó la pasada campaña. Saben que la Segunda es una categoría exigente y que perder la inercia positiva puede costar muy caro. Por eso, el interés por jóvenes talentos con proyección y hambre de minutos está en el centro de su estrategia.
El Valencia se debate entre la salida de sus centrales
En el otro lado, el Valencia CF vive días intensos en el mercado de fichajes. El club de Mestalla ha visto cómo varias de sus promesas defensivas son tentadas por equipos de primer nivel. La situación de Christian Mosquera, a un paso del Arsenal, y la posible salida de Yarek Gasiorowski han obligado a la dirección deportiva a replantear sus movimientos con los jóvenes de la cantera. El caso de Iker Córdoba es ahora mismo una de las carpetas prioritarias.

El joven central, de 19 años, es una de las mayores esperanzas de la cantera valencianista. El club, consciente de su potencial, no quiere que se estanque y baraja la opción de una cesión a un club de Segunda. Según informaba Ángel García, el Mirandés se ha posicionado como la opción favorita para que Córdoba tenga minutos y siga creciendo. No es la primera vez que el Valencia apuesta por este modelo: la cesión de César Tàrrega resultó ser un acierto y ahora el defensa es titular indiscutible.
Iker Córdoba, una apuesta de futuro que busca minutos en el fútbol profesional
Iker Córdoba ya ha tenido oportunidad de debutar con el primer equipo, sumando minutos en Copa del Rey y en LaLiga la pasada campaña. Sin embargo, el salto a la continuidad en el fútbol profesional es el paso que necesita dar para asentarse entre los mejores. Su perfil, marcado por la solidez defensiva, buen juego aéreo y salida de balón, encaja a la perfección en la filosofía del Mirandés, un club que ha sabido sacar partido a las cesiones de jóvenes de grandes equipos.
El zaguero renovó recientemente hasta 2028, lo que demuestra la confianza total del Valencia en su progresión. Sin embargo, todo está a expensas de lo que ocurra con Mosquera y Yarek. Si el club encuentra recambios en el mercado o finalmente no se concretan las salidas, la puerta para la cesión de Córdoba podría abrirse definitivamente en las próximas semanas.