La Audiencia Nacional ha confirmado una resolución del Tribunal Económico Administrativo Central (TEAC) que impuso al Fútbol Club Barcelona el pago de casi 23 millones de euros por el IRPF entre 2012 y 2015 derivado de las retribuciones abonadas a los agentes deportivos de los jugadores.
La AN rechaza el recurso presentado por el Barça contra la resolución del TEAC de junio de 2020, derivada de los acuerdos de 2018 de la Oficina Técnica de la Dependencia de Control Tributario y Aduanero de la Delegación Central de Grandes Contribuyentes. Según la resolución de la Audiencia Nacional, la cuestión de fondo es la naturaleza de los servicios prestados por los agentes.
La administración sostiene que las retribuciones pagadas por el club a los agentes, al prestar servicios a los futbolistas y no al club, tienen la naturaleza de rendimientos de trabajo y están sujetas a retención. El Barça, en cambio, entiende que los importes abonados a los agentes contratados por el club corresponden a la retribución acordada por los servicios prestados en la entidad deportiva y no debe imputarse como retribución de los jugadores las cantidades correspondientes a prestaciones de servicios al club.
La AN considera que ha existido simulación, dando "la apariencia de que los agentes están prestando un servicio encargado por el club o representando al club", cuando los agentes representan a los jugadores y actúan en su interés. "La relación instrumentada entre el Barça y los agentes sólo sirve para dar cobertura a los pagos realizados por el club a los jugadores", concluye. En este caso, continúa, "se aparenta retribuir por parte del club al agente unos servicios inexistentes, cuando en realidad se está abonando parte de la retribución al jugador de esta forma".
El bartorosellismo: La peor época de la Historia del Barça
La gestión de los expresidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu al frente del FC Barcelona ha sido objeto de controversia y ha generado diversas repercusiones. Ambos vivieron de la inercia de la época Laporta-Guardiola y su gestión económica consistió en gastar más de lo que se ingresaba. Llegó un punto que la situación era insostenible con salarios muy elevados a jugadores que apenas rendían en el campo. La covid-19 también empeoró las cosas y Bartomeu acabó dimitiendo en 2021 después de saltar el escándalo del Barçagate.