El ambiente en Butarque se volvió irrespirable en los últimos compases del partido. En las postrimerías, cuando el electrónico mostraba la igualada y la tensión se palpaba, se produjo una inesperada discusión en el campo. La grada no perdió detalle de un intercambio de reproches entre dos jugadores blancos (ayer naranjas) que dejó a más de uno con la boca abierta.
El foco de la polémica recayó finalmente en Luka Modric y Vinicius, quienes protagonizaron un cruce de palabras nada amistoso. El brasileño, que no fue titular y entró al inicio de la segunda mitad, quedó en el ojo del huracán por lo que pareció una falta de compromiso en el tramo más decisivo del encuentro. El ‘10’ croata, uno de los referentes del Real Madrid, no dudó en alzar la voz y reprocharle esa actitud, escenificando delante de todos una bronca que encendió a la afición.
Un partido de infarto en los cuartos de final
Todo comenzó con un Real Madrid que parecía tenerlo todo bajo control. El conjunto de Carlo Ancelotti, dominador absoluto en el primer tramo, se adelantó por 2-0 y parecía encaminar con tranquilidad su clasificación a semifinales de la Copa del Rey. Sin embargo, el Leganés nunca se rindió en su estadio y logró igualar el marcador a dos goles, desatando el delirio en la grada.
Ese empate puso en jaque la continuidad merengue en el torneo. La noche en Butarque se volvió de lo más angustiosa para los madridistas, especialmente cuando el reloj avanzó y la clasificación pendía de un hilo. Fue ahí cuando la tensión explotó entre los propios jugadores, que veían cómo el Lega estaba a punto de alargar el encuentro o llevarlo incluso a la prórroga.
Un desencuentro en el peor momento
En ese tramo final, restando apenas cinco minutos para el cierre, se produjo la jugada que encendió la mecha. Vinicius se quedó demasiado descolgado en ataque y el córner que forzó el Leganés provocó la ira de Modric, quien no se anduvo con rodeos al expresar su frustración. El mediocampista no dudó en recriminarle la supuesta falta de implicación defensiva, y las chispas no tardaron en saltar.
Lejos de quedarse callado, el brasileño respondió, lo que avivó aún más la discusión. Fede Valverde, que presenció la escena de cerca, se sumó también a los gestos de contrariedad del croata. Viendo que ambos compañeros le afeaban su actitud, Vinicius terminó por ceder y bajar a su posición defensiva, aunque con notorio gesto de enfado.
Gol agónico y tensión en el vestuario
El partido concluyó con un dramático 3-2 a favor de los de Ancelotti gracias a un gol de Gonzalo García en la última acción del choque. Pero ni el triunfo pareció aplacar el malestar del brasileño, que se marchó directamente al vestuario con cara de pocos amigos. Mientras algunos compañeros celebraban sobre el césped, él se fue sin saludar ni participar de la pequeña fiesta por la clasificación.
A la conclusión, Carlo Ancelotti quitó hierro al asunto de forma escueta, subrayando el respeto que se debe a un líder como Modric. El croata, por su parte, fue directo en zona mixta, afirmando que no había ningún problema con su joven compañero: “¿Cómo voy a estar con Vini? Son cosas del fútbol”. Sin embargo, las cámaras captaron toda la tensión y el público presenció de primera mano un choque de egos que, por momentos, pareció amenazar la unión del vestuario.