El verano arrancó en A Coruña con muchas preguntas y una sola certeza: el club quiere construir un proyecto sólido, ambicioso y fiel a sus raíces. Tras su primer año tras el retorno a LaLiga Hypermotion, la directiva ha movido ficha para evitar que sus grandes talentos abandonen el barco. Y aunque parecía que las salidas eran inevitables, todo apunta a que el Deportivo está a punto de cerrar la mejor noticia del verano.
La llegada del nuevo entrenador, Antonio Hidalgo, ha supuesto un soplo de aire fresco. Con experiencia y un estilo de juego basado en la intensidad y el juego combinativo, el técnico catalán ha dejado claro que quiere formar un equipo competitivo desde el primer día. Pero, para lograrlo, necesita que las piezas clave del proyecto sigan en Riazor.
Una de esas piezas es Yeremay Hernández. El canario, que deslumbró la pasada temporada, ha sido objetivo de varios clubes europeos. Sin embargo, en lugar de mirar hacia fuera, todo indica que el atacante está decidido a quedarse y seguir creciendo con los blanquiazules. Así lo ha asegurado el periodista Ángel García.

Yeremay Hernández se queda: blindaje y confianza
Yeremay, de 22 años, firmó en enero una renovación hasta 2030. Aun así, los rumores sobre su salida no tardaron en aparecer. El Como de Cesc Fàbregas lo intentó con una oferta millonaria, y más tarde se sumaron clubes de la Premier League e incluso la Juventus. Sin embargo, el futbolista ha optado por lo más inesperado: quedarse.
Según avanzó el periodista Ángel García y han confirmado otros medios deportivos, Yeremay y el Deportivo han alcanzado un nuevo acuerdo para mejorar su contrato. Su cláusula de rescisión pasará de 35 a 50 millones de euros, y su salario alcanzará los 1,5 millones por temporada. Una cifra que, lejos de desestabilizar al club, refuerza el compromiso mutuo entre jugador y entidad.

Un talento que marca diferencias
Yeremay ha sido el gran referente ofensivo del Deportivo en su temporada de regreso al fútbol profesional. Sus 15 goles y 5 asistencias no sólo impulsaron al equipo hacia puestos lejanos al descenso, sino que lo consolidaron como uno de los futbolistas más determinantes de la categoría.
Conocido por su desequilibrio, su capacidad de desborde y su habilidad para generar peligro desde ambos costados del ataque, Yeremay se ha ganado el apodo de “jugador diferencial” dentro del vestuario. Y no sólo por parte de sus compañeros, sino también por su nuevo entrenador. Antonio Hidalgo lo dejó claro en su presentación: “Cuento con él. Es un futbolista que siente los colores, y ese tipo de perfiles marcan la diferencia en una plantilla”.
Blindar a Yeremay no es solo una operación estratégica en lo deportivo. También lo es en lo emocional. En tiempos donde el dinero suele pesar más que el sentimiento, que un joven con ofertas millonarias decida quedarse habla de la conexión entre el club y sus canteranos.