Pocos equipos han experimentado una transformación tan evidente en la segunda vuelta de LaLiga como el Espanyol, con permiso del Valencia. El club catalán, tras un arranque de temporada irregular, consiguió encadenar una serie de resultados positivos que le devolvieron la ilusión a su afición.
La llegada de varios futbolistas en invierno cambió el guion de una campaña que amenazaba con complicaciones. Entre todas esas incorporaciones, hay un nombre que ha destacado con luz propia y que, a base de goles y trabajo, se ha ganado el respeto del vestuario y la grada. Ahora, justo cuando el club trabaja para planificar el futuro, surge un serio obstáculo que puede dejar un vacío difícil de cubrir.
Un impacto inmediato: la clave de la mejoría periquita
El desembarco de un delantero con olfato goleador siempre es una noticia positiva para cualquier plantilla. En el caso del Espanyol, la llegada de Roberto Fernández en el pasado mercado invernal supuso un auténtico revulsivo. El cordobés, cedido por el SC Braga, no tardó en integrarse en la dinámica del equipo y, jornada tras jornada, fue convirtiéndose en pieza indispensable para el técnico Manolo González.
Roberto ha firmado 6 goles y 1 asistencia en solo 19 partidos de LaLiga, números que reflejan su enorme capacidad para aparecer en momentos clave y decidir partidos igualados. Su adaptación fue tan rápida que el Espanyol encontró en él a ese referente ofensivo que tanto necesitaba. El impacto del andaluz fue evidente en la reacción del equipo, que ha pasado de mirar de reojo la zona baja a soñar con objetivos más ambiciosos.
Sin embargo, el futuro de Roberto Fernández en el RCDE Stadium está rodeado de incertidumbre. El delantero pertenece al SC Braga, club con el que mantiene contrato hasta 2029. Su valor de mercado ronda los cuatro millones de euros según las últimas estimaciones, pero la realidad es que hacerse con sus servicios no será tarea sencilla para el conjunto catalán.
El Espanyol disponía de una opción de compra cifrada en diez millones de euros, una cantidad que, a día de hoy, se presenta fuera del alcance para la entidad periquita. Según han informado en COPE, el club blanquiazul ha intentado rebajar considerablemente esa cifra, llegando a ofrecer menos del 50% de la opción de compra pactada. No obstante, desde Portugal la respuesta ha sido tajante: el SC Braga no contempla dejar marchar a su jugador por una cantidad inferior a esos diez millones, especialmente teniendo en cuenta que la cláusula de rescisión de Roberto ascenderá hasta los 45 millones de euros una vez finalice la presente temporada.
Las consecuencias deportivas: un escenario abierto
El mazazo que supone este bloqueo en la operación podría tener consecuencias importantes para el Espanyol. Manolo González, que había confiado buena parte del caudal ofensivo en el ariete andaluz, se enfrenta ahora a la posibilidad de perder a uno de sus hombres más determinantes. La directiva, por su parte, busca alternativas para reforzar el ataque si finalmente no consigue retener a Roberto Fernández. Hay que recordar que también hay dudas con Javi Puado y que los otros dos delanteros, Alejo Véliz y Cheddira, estaban cedidos y no se quedarán.