El de 2024 no se antoja un verano especialmente movido en Castellón. El Villarreal ha firmado un gran segundo tramo de temporada y la idea de Marcelino es la de prolongar esta línea también para el próximo curso. Mientras otros equipos, como Atlético de Madrid o Real Betis, sí pretenden hacer grandes remodelaciones en su plantilla, el Submarino Amarillo tiene otras pretensiones.
Evidentemente, sí que habrá algún que otro movimiento, especialmente para suplir las bajas que pueda producirse. Y uno de los futbolistas llamados a abandonar La Cerámica en este mercado estival es Pepe Reina. A sus 41 años, su contrato vence a finales de junio y no hay intenciones de renovarlo.
Por eso, Marcelino está por la labor de encontrar a un guardameta que venga a ocupar su puesto y pueda competir con Jorgensen por la titularidad. Y el escogido parece ser uno al que ya entrenó en su última aventura antes de tomar las riendas del Villarreal. Es Rubén Blanco, del Olympique de Marsella.
Marcelino tira de agenda
Rubén Blanco tiene contrato hasta 2026 en el OM, pero su efímera participación podría posicionarle en la rampa de salida. Este curso apenas ha participado en 5 partidos y el anterior, el 2022/23, en 7. Además, su valor de mercado es de apenas 2 millones de euros, lo que facilitaría mucho más su venta pese a que su contrato no venza hasta 2026.
El arquero gallego de ahora 28 años se formó en las categorías inferiores del Celta, donde llegó bien joven. Su periplo como celeste se prolongó hasta que en 2022, con 26, decidió emprender una nueva aventura. Y ahí fue cuando firmó con el Olympique de Marsella.
A principios del curso recientemente terminado, Marcelino fue el entrenador del equipo francés. Allí conoció a Rubén Blanco, un arquero que le sorprendió por su talento pese a ser el suplente. Y por eso ahora, según asegura el propio Fabrizio Romano, está por la labor de llevárselo al Villarreal.
El guardameta, por su parte, también estaría encantado de poner punto y final a su aventura en el Velódrome y retornar a España. Eso sí, en caso de concretarse su fichaje por el Submarino Amarillo, tampoco lo tendría nada sencillo para disponer de muchos minutos. Debería batallar con un Jorgensen que ha firmado una gran campaña en el arco 'groguet'.