Un hombre calvo con barba y expresión de confusión extiende los brazos en un campo de césped verde.

Lo nunca visto: Pep Guardiola, desesperado, aparece con heridas en la cabeza

Otra noche caótica para el Manchester City

Pep Guardiola está viviendo uno de los momentos más complicados desde que asumió las riendas del Manchester City. Paradójicamente, su reciente renovación por una temporada más coincide con un declive deportivo que pone en jaque su liderazgo. Y es que ayer volvió a ocurrir una noche negra. Esta vez, en el Etihad Stadium, donde el City dejó escapar una ventaja de 3-0 para acabar empatando 3-3 contra el Feyenoord en la Champions League. Este resultado no solo prolonga su racha a los seis partidos consecutivos sin ganar, sino que además dejó imágenes impactantes del técnico catalán.

En la rueda de prensa posterior al partido, Guardiola apareció con un arañazo visible en la nariz. Esta marca, que no tardó en viralizarse en redes sociales, tenía una explicación. Con un tono de ironía y resignación, Pep declaró:  “Con los dedos, con las uñas… quiero hacerme daño”. Estas palabras reflejan el nivel de frustración que vive el técnico ante una situación que no parece tener solución a corto plazo. Guardiola, conocido por su intensidad, mostró durante el partido evidentes signos de desesperación en la línea de banda, llevándose las manos a la cabeza en múltiples ocasiones.

El partido contra el Feyenoord debía ser una oportunidad para romper la mala racha y recuperar confianza. Con un 3-0 a favor hasta el minuto 74, todo parecía encaminado. Sin embargo, un fallo de Gvardiol abrió la puerta al primer gol visitante, y en los siguientes 15 minutos llegaron otros dos que dejaron al Etihad Stadium en completo silencio. “Jugábamos bien, con confianza, pero algo pasa. No sé si es mental o técnico”, confesó Guardiola al término del encuentro.

Pep Guardiola, crítico y autocrítico

El técnico no quiso señalar directamente a sus jugadores, aunque reconoció que errores puntuales están costando caro al equipo. Sobre Gvardiol, aseguró: “Es muy joven, aprenderá. Ahora necesita apoyo más que nunca”. También destacó aspectos positivos, como el regreso al gol de Haaland y el buen rendimiento de Rico Lewis, pero admitió que estos destellos no son suficientes. “Si no somos capaces de ganar un partido así, esta Champions será muy difícil”, afirmó con preocupación.

Este empate deja al Manchester City en una posición delicada tanto en Europa como en la Premier League. Y, además, para más inri, el equipo de Guardiola se enfrentará al Liverpool en Anfield este fin de semana, un duelo crucial que podría definir el futuro del City en la lucha por el título. Con una desventaja de ocho puntos en la liga y un equipo que parece frágil tanto física como mentalmente, la presión sobre el técnico catalán es máxima.

El rostro herido de Guardiola simboliza el estado de su equipo: una mezcla de talento indiscutible y vulnerabilidad inesperada. Su desafío ahora es devolver la estabilidad a un vestuario que necesita urgentemente una victoria. "Tengo que levantar esto. Ese es mi trabajo", concluyó Pep, visiblemente afectado pero determinado a revertir la situación.