Luis Figo sigue siendo una figura inevitable cuando se habla de traspasos polémicos. El portugués, protagonista de una de las operaciones más recordadas de la historia del fútbol español, se refirió en una charla reciente a qué jugador culé elegiría para vestir de blanco. Y el nombre señalado no fue el de la superestrella Lamine Yamal ni el del goleador Robert Lewandowski.
Durante una intervención organizada por Betfair, el exjugador confesó que si tuviera que repetir la operación que marcó el verano del año 2000, Pedri sería su objetivo prioritario. “Quizá del Barça, Pedri. Si fuera al revés, del Real Madrid, sería Valverde. Son grandísimos jugadores, tienen un rendimiento altísimo siempre. Son un seguro y son importantes en sus equipos”, afirmó el portugués. Sus palabras desataron comentarios porque evocan el episodio de su fichaje, cuando el Real Madrid pagó su cláusula de rescisión y rompió el equilibrio en el fútbol español.
Figo, que todavía considera excesivos los 60 millones desembolsados por él en aquella época, reflexionó también sobre la inflación actual del mercado. Puso como ejemplo el fichaje de Neymar por el PSG, con 222 millones como cifra récord. A su juicio, hoy pagar 60 o 70 millones ya es “lo normal”, aunque lo sigue viendo como cantidades muy elevadas. Sus declaraciones, entre la nostalgia y la crítica, colocaron a Pedri en el centro de un debate histórico.

Pedri, de descartado en Valdebebas a pieza fundamental en el Barça
El canario, que hoy es considerado intocable en el Barça y en la selección española, tiene una historia curiosa ligada al Real Madrid. En su día, realizó una prueba en Valdebebas y fue descartado por no estar “a la altura”. El propio futbolista lo reconoció en entrevistas recientes, señalando que esa decepción fue un punto de inflexión en su carrera. Con el paso del tiempo, Pedri se consolidó como referencia azulgrana y ejemplo de resiliencia futbolística.
Su peso en el esquema de Hansi Flick es indiscutible. Actúa como interior de control, pero con libertad para conectar con los atacantes, filtrar pases y dar continuidad al juego. Su capacidad para interpretar espacios y su visión de juego lo han convertido en uno de los jóvenes más cotizados del panorama europeo. Precisamente por ese perfil de futbolista moderno y fiable, Figo lo situó en su lista personal de hipotéticos fichajes.

El luso quiso también destacar a Valverde como la figura que él incorporaría al Barça en el ejercicio inverso. Ambos representan, según su visión, el tipo de centrocampista que asegura competitividad y consistencia en cualquier proyecto. Para la afición azulgrana, escuchar el nombre de Pedri vinculado al Real Madrid despierta recuerdos de una herida todavía abierta desde el verano del 2000. Sin embargo, el propio jugador canario ha reiterado en más de una ocasión que su lugar está en el Camp Nou y que vestir de blanco nunca fue una opción real.
El guiño de Figo forma parte de un ejercicio de ficción, pero reabre inevitablemente el debate sobre traspasos imposibles y las cicatrices que todavía acompañan a una de las operaciones más sonadas en la historia del fútbol español.