El duelo copero entre el Real Madrid y el Celta de Vigo, correspondiente a los octavos de final de la Copa, quedará grabado en la memoria de los aficionados celestes. Y no precisamente por el resultado deportivo, sino por la polémica arbitral que marcó el desarrollo del partido. En el minuto 40, con el marcador todavía sin estrenar, se produjo la acción de mayor controversia: un posible penalti de Lunin sobre Swedberg que el árbitro José Luis Munuera Montero no señaló y que, para más inri, desembocó en el primer gol del encuentro.
El delantero sueco del Celta encaraba al guardameta ucraniano en una acción franca hacia portería. Al intentar deshacerse de Lunin, el portero sacó el cuerpo para detenerlo y acabó arrollando a Swedberg dentro del área. Mientras los futbolistas y el banquillo del cuadro vigués reclamaban la pena máxima, el colegiado decidió dejar seguir el juego. Acto seguido, el Real Madrid armó una fulminante contra y fue en esa misma jugada cuando Kylian Mbappé recogió el balón en la banda izquierda para culminar con un potente disparo cruzado imposible de atajar para Iván Villar.
La indignación celeste fue inmediata. El conjunto gallego apelaba al VAR, esperando que su responsable, Hernández Hernández, invitase al colegiado principal a revisar la pantalla. Sin embargo, la sala de videoarbitraje consideró que no había motivos suficientes para detener el juego, y el gol de Mbappé subió sin más al marcador. De esta forma, el Real Madrid se ponía por delante en el momento psicológico más duro para el Celta, que todavía no terminaba de asimilar la jugada en su propia área. Las imágenes televisivas, al repetirse una y otra vez, mostraban una acción más que interpretable y que muchos entienden como una falta clara de Lunin sobre Swedberg.
La reacción de Iago Aspas
Pero la polémica no terminó ahí. Las redes sociales se encendieron poco después de la acción, con buena parte de la afición gallega protestando contra lo que consideraban un error manifiesto de Munuera Montero y del VAR. Incluso la cuenta oficial del RC Celta en la red ‘X’ (antes Twitter) publicó una imagen de la caída de Swedberg, acompañada de un comentario informando de que, en ese instante, el Real Madrid se había adelantado en el marcador. Fue entonces cuando Iago Aspas, capitán y emblema del Celta, intervenía en la conversación.
Aspas, que se encuentra de baja por una rotura fibrilar en el sóleo, estaba siguiendo el partido desde su domicilio. Nada más ver la publicación del club, contestó con un mensaje sarcástico: “Hola, ¿hay alguien ahí?”, adjuntando un ‘gif’ del comediante Miguel Gila y su famoso gag: “Oiga, ¿es el enemigo?”. Una forma ingeniosa de expresar su enfado y perplejidad por la jugada que cambiaría el rumbo del encuentro. El post, que en apenas unos minutos se hizo viral, reflejó la frustración de los celtiñas. Todo ello se produjo en plena efervescencia del debate arbitral en el fútbol español, donde cada vez hay más voces críticas con el uso y criterio del VAR.
Mientras tanto, el Celta, pese a tener la moral tocada tras esa decisión arbitral en el Bernabéu, pudo empatar en las postrimerías y mandar la eliminatoria a la prórroga, aunque acabó cayendo. La polémica, sin embargo, sobrevivió al pitido final. Varias personalidades del mundo del fútbol, incluidas excolegiados y analistas arbitrales, coincidieron en señalar que como mínimo el VAR tenía que haber entrado a valorar la acción y permitir que Munuera Montero revisase la jugada. Muchos se preguntan: si no es ésta una acción que justifique la revisión, ¿qué tipo de jugadas sí lo serían?