El Deportivo de la Coruña está siendo uno de los grandes animadores del mercado invernal. Tras un ascenso muy peleado desde Primera RFEF, los coruñeses quieren apuntalar su plantilla para seguir compitiendo en LaLiga Hypermotion con garantías.
Su objetivo principal es la llegada de un delantero centro y un mediocampista creativo. Aunque desde la dirección deportiva no descartan reforzar también la zaga y el extremo, sobre todo si Yeremay, gran sensación del curso, acaba haciendo las maletas si llega una buena oferta.
Los responsables del club tienen claro que no pueden repetir la experiencia de la ventana pasada, cuando llegaron varios fichajes que no lograron cumplir con las expectativas esperadas. Esta vez, buscan perfiles con recorrido y que supongan un verdadero salto de calidad.
Un ejemplo de esta política más exigente es el interés por un pivote de la talla de Terrats, un jugador del Villarreal con experiencia en la máxima categoría. Sin embargo, el mayor foco mediático recae sobre la posición del ‘9’. Donde el Deportivo pretende incorporar a alguien con olfato goleador para aligerar la carga de Lucas Pérez y dotar de más variantes el ataque.
Interés en este posible recambio de Yeremay
En este sentido, uno de los nombres que han sonado con fuerza es el de Iker Bravo, un prometedor delantero de 20 años que vive horas bajas en la Serie A. El Udinese pagó 10 millones de euros al Bayer Leverkusen el pasado verano para hacerse con sus servicios, convencido de que podía explotar todas sus virtudes en un entorno exigente.
Sin embargo, el ariete catalán no ha disfrutado de demasiadas oportunidades en Italia. Contando apenas con 250 minutos en liga (14 partidos) y 135 en la Copa, con un solo gol anotado en octubre ante el Venezia. Con el Mundial Sub-20 en Chile a la vuelta de la esquina, Bravo necesita minutos para afianzar su lugar en la convocatoria de La Rojita.
Este contexto hace que el Deportivo vea en Iker Bravo una apuesta interesante, aunque de difícil realización. El Udinese todavía no ha tomado la decisión de cederlo, y la competencia para hacerse con los servicios del delantero es fuerte. Varios clubes de Primera División también se han fijado en él; aun así, los coruñeses confían en convencer al joven.
Ofreciéndole regularidad y la posibilidad de volver a coincidir con algunos excompañeros de la selección Sub-19. Como David Mella, con quien se proclamó campeón de Europa y formó una dupla letal en la final ante Francia. De hecho, Bravo fue elegido MVP de aquel torneo tras su decisiva participación.
Mientras tanto, la salida de Yeremay parece inminente tras las últimas informaciones que sitúan al canario en la órbita de varios equipos. Aunque no se ha cerrado nada oficialmente, las sensaciones apuntan a que el habilidoso atacante hará las maletas en cuanto se concrete una oferta satisfactoria para el Dépor. Con la marcha del canario, el conjunto de Gilsanz perdería uno de sus activos ofensivos, pero ya ha fijado como recambio a Bravo o a otro joven que cumpla el perfil.