El regreso del FC Barcelona al Camp Nou continúa siendo un rompecabezas sin solución a corto plazo. Mientras las obras avanzan, el club catalán se enfrenta a la obligación de comunicar a la UEFA el estadio en el que disputará los partidos de la Champions hasta enero. Todo apunta a Montjuïc, un escenario que los azulgranas ya conocen, pero que se había previsto abandonar tras dos temporadas de provisionalidad.
Helena Condis, periodista especializada en la información azulgrana, lanzó un mensaje que enfrió cualquier esperanza de retorno inmediato. “Veo muy difícil que el Barça pueda jugar en el Camp Nou incluso en octubre”, señaló en el Partidazo de COPE. Sus palabras confirman las dudas internas del club y la percepción de que el calendario europeo no espera a los retrasos de la remodelación.
La inspección de la UEFA y los plazos incumplidos
Hace apenas una semana, una delegación de la UEFA inspeccionó durante cuatro horas el estado de las obras. Según Helena Condis, el organismo europeo había dejado abierta la posibilidad de que el primer compromiso de Champions de septiembre se disputara a domicilio, concediendo así tiempo adicional al Barça. Sin embargo, la realidad es que los trabajos en el estadio están lejos de estar en condiciones óptimas.

El gran obstáculo sigue siendo la fase 1A del proyecto, que contempla la apertura parcial del recinto con 27.000 espectadores. Esa cifra es insuficiente para la Champions, donde los requisitos de visibilidad, seguridad y cámaras de televisión imponen condiciones más estrictas. Funciona diferente a LaLiga.
Un calendario que se complica para los azulgranas
El club tenía la esperanza de regresar a casa en el duelo de LaLiga ante el Valencia a mediados de septiembre, pero esa opción parece estar prácticamente descartada. El propio consistorio municipal ha trasladado al Barça que sería un “milagro” que las instalaciones estuvieran listas para entonces.
Montjuïc, pese a las incomodidades que genera para socios y aficionados, volverá a ser el hogar europeo del Barça. Incluso se contempla que algunos partidos puntuales de LaLiga puedan trasladarse a Girona, ante la coincidencia de eventos en el Lluís Companys, como el concierto de Post Malone.
Lo que está en juego para el Barça en Europa
La elección del estadio no es un simple trámite logístico. Para el Barça, disputar la Champions en Montjuïc supone un golpe económico y anímico. Los ingresos por taquilla y hospitalidad se reducen drásticamente, y la presión ambiental se diluye en comparación con el Camp Nou. Además, el club ya ha disputado dos temporadas completas fuera de su estadio, y prolongar esta situación incrementa el malestar entre socios y abonados.
Joan Laporta y su directiva confiaban en que el nuevo Camp Nou pudiera estrenarse de forma parcial en otoño. No obstante, las palabras de Helena Condis reflejan que ese escenario se ha vuelto cada vez menos realista. “El Barça ya da por hecho que será Montjuïc”, insistió, confirmando que la decisión comunicada a la UEFA será inapelable.
Los culés tendrán que seguir esperando para volver a su templo. La remodelación, diseñada para convertir al Camp Nou en un estadio de referencia mundial, se está convirtiendo en una carrera contra el tiempo. Por ahora, la Champions volverá a tener a Montjuïc como telón de fondo, mientras el club y los aficionados cruzan los dedos para que el retraso no se prolongue mucho más.