El FC Barcelona de Hansi Flick vive días de máxima tensión en la previa del Clásico de la Supercopa de España, donde se medirá al Real Madrid de Carlo Ancelotti. Sin embargo, más allá de la preparación táctica para tan trascendental encuentro.
Lo que ha centrado la atención en las últimas horas es la firmeza del técnico alemán ante los retrasos de algunos futbolistas. Flick no ha dudado en mandar un mensaje muy contundente sobre la importancia de la puntualidad, una cualidad que considera totalmente innegociable para la buena marcha del equipo.
Sin pelos en la lengua en la previa
Durante la rueda de prensa previa al Clásico, Flick fue cuestionado sobre la portería azulgrana. Especialmente tras el revuelo suscitado por la suplencia de Iñaki Peña en el último partido frente al Athletic Club. El entrenador germano, conocido por su rigor en cuestiones disciplinarias, aprovechó para aclarar la situación.
“Nunca digo quién va a empezar, los dos porteros han hecho partidos buenos y depende de lo que vamos a plantear, no puedo decir nada. Pero tengo que aclarar que no hay tanto ruido como se dice. Los dos son profesionales y no habrá problema, es la tercera vez que llegan tarde”.
Con estas palabras, hacía referencia a las ausencias de Iñaki Peña y también de Jules Koundé, quienes no han mostrado la puntualidad que Flick exige.
No es la primera vez que la gestión del técnico alemán pone el foco en la disciplina interna. Tras el partido ante el Athletic, Flick se limitó a justificar la titularidad de Wojciech Szczesny –apodado “Tek”– con un escueto “Ha jugado Tek”, sin dar mayores explicaciones.
Ahora, esa aparente frialdad toma forma al desvelarse que las decisiones sobre las alineaciones han estado condicionadas por cuestiones que trascienden lo puramente deportivo. El entrenador ha recalcado la importancia de mantener un orden en el vestuario, y quienes se salgan de los cauces establecidos deberán asumir las consecuencias.
Pide compromiso antes de la final de mañana
La relevancia del Clásico de la Supercopa no hace más que aumentar la presión dentro del conjunto azulgrana. El FC Barcelona necesita mostrar su mejor versión para recortar distancias. Con un Madrid que, a estas alturas de la temporada, lidera la tabla de LaLiga EA Sports con 43 puntos en 19 jornadas, seguido por el Atlético y el propio Barça.
La afición culé está expectante por ver si los esfuerzos de Flick en el apartado disciplinario se traducen en un rendimiento colectivo sólido y consistente. Desde que aterrizó en el banquillo culé, Flick ha dejado claro que pretende instaurar una cultura de exigencia y compromiso.
Donde todos los jugadores –desde las estrellas hasta las nuevas incorporaciones– se adapten a un código de conducta férreo. La puntualidad, el respeto mutuo y la mentalidad competitiva son algunos de los pilares que el preparador alemán considera esenciales. Para recuperar la identidad de un Barça que, en los últimos años, ha vivido altibajos en lo deportivo.