En Heliópolis saben que para construir un proyecto competitivo, hay que mover ficha antes de que el tiempo juegue en contra. El Real Betis, inmerso en una ventana de fichajes crucial, ha situado el foco ahora en la delantera. Y cuando parecía que todo iba demasiado lento, un movimiento inesperado del principal protagonista podría cambiar por completo el panorama.
El gesto ha sido tan contundente como simbólico: Mateo Joseph no se ha subido al avión rumbo a Alemania con el resto de sus compañeros del Leeds United. El delantero hispano-británico, internacional sub-21 con España, ha preferido quedarse en tierra para acelerar su salida del club inglés. Una decisión personal que confirma el deseo del jugador de buscar nuevos retos lejos de Elland Road. Vaya, lo que conocemos como declararse en rebeldía.
Daniel Farke, entrenador del Leeds, ha explicado que la decisión de Mateo fue voluntaria y que, pese al aprecio deportivo que le tienen, el futbolista ha dejado claro que quiere cambiar de aires. “Nos dijo que no se encuentra en condiciones mentales para entrenar o jugar en estos momentos”, confesó el técnico. La situación ha obligado al club a replantearse sus planes de pretemporada, justo cuando intentaban mantener la calma en medio de las negociaciones con el Real Betis.

El Real Betis, con todo acordado con el jugador desde hace semanas
Desde hace varias semanas, el club verdiblanco y los representantes del futbolista tienen un principio de acuerdo sobre las condiciones personales del contrato, según El Desmarque. Mateo Joseph, que prioriza regresar a España por sus raíces familiares y deportivas, ha rechazado otras ofertas esperando una señal definitiva del Betis. En Heliópolis confían en que el desenlace se acerque y siguen trabajando en silencio para cerrar una fórmula que convenza al Leeds.
El principal obstáculo sigue siendo el modelo de traspaso. El Real Betis ofreció una cesión con opción de compra, propuesta que fue rechazada por el club británico. El Leeds solo contempla una cesión sin compromiso futuro o un traspaso definitivo por una cantidad entre 10 y 15 millones de euros. Cifras que, a día de hoy, no encajan en los planes económicos del Betis, que no está dispuesto a romper su equilibrio financiero por ningún jugador.
La rebeldía del jugador pone al Leeds en una situación incómoda. Tener en plantilla a un futbolista que ha expresado abiertamente su deseo de marcharse puede generar tensiones internas. En este tipo de escenarios, el paso del tiempo suele beneficiar al club comprador. Cada día que pasa sin un acuerdo, el valor de mercado y el poder negociador del Leeds disminuyen. En cambio, el Betis mantiene una posición firme: no subirán la oferta y buscarán que el tiempo juegue a su favor.
Con el mercado abierto hasta finales de agosto, los de Manuel Pellegrini no tienen prisa. La necesidad de reforzar la delantera es real, pero el club ya ha demostrado que no se dejará arrastrar por la urgencia. Si el Leeds no cede, el Betis explorará otras opciones. Pero si lo hace, ya lo tienen todo listo para activar la operación de forma inmediata.