En el entorno de uno de los clubes más poderosos del fútbol europeo, las decisiones estratégicas no se toman a la ligera. Las prioridades están claras, los movimientos son calculados y los límites, aunque altos, existen. En plena planificación de una temporada que promete marcar un antes y un después en el Real madrid, un nombre propio genera ahora más debate que ningún otro: Rodrigo Hernández. Y en torno a él, dos figuras clave toman posiciones.
El centro del campo, la asignatura pendiente
Aunque el Real Madrid ha protagonizado un verano activo con fichajes como Huijsen, Álvaro Carreras y la joven promesa Mastantuono —operaciones que, en conjunto, superan los 170 millones de euros—, la sensación en el entorno blanco es que la medular sigue incompleta. Con la marcha de Toni Kroos, el conjunto dirigido por Xabi Alonso busca con urgencia un pivote que pueda mantener la jerarquía y el control en el centro del campo.
Y en esa búsqueda, hay un perfil que destaca sobre el resto: Rodri Hernández. No es una opción entre muchas, sino la única, tal y como apuntan algunos periodistas como Antón Meana (El Larguero). Así lo trasladan desde la dirección deportiva, que ha descartado fichar a otro ‘5’ si no es el actual mediocentro del Manchester City. Para el nuevo técnico blanco, Rodri es una pieza estructural para su modelo de juego, pero la operación no es ni sencilla ni económica.

Un tope claro y una negociación congelada
El interés por Rodri no es nuevo. El nombre del internacional español lleva tiempo sonando en los pasillos del Santiago Bernabéu, aunque hasta ahora se ha mantenido como una operación inalcanzable. El club británico no está dispuesto a negociar fácilmente la salida de uno de sus pilares, y su actual contrato no incluye cláusula de rescisión. A esto se suma un factor delicado: Rodri acaba de superar una lesión importante que lo mantuvo alejado de los terrenos de juego durante varios meses.
Sin embargo, la situación ha cambiado ligeramente en las últimas semanas. Según ha informado Antón Meana en el programa El Larguero, Florentino Pérez habría fijado un límite económico concreto para abordar el fichaje: 100 millones de euros. Una cifra elevada pero que, en el contexto actual del mercado y teniendo en cuenta la trayectoria de Rodri, podría quedarse corta frente a la tasación del City.
Este tope marca la línea roja del club. Si el traspaso no puede concretarse dentro de ese margen, el Real Madrid renunciará a la operación este verano y esperará a 2026 para hacer un nuevo intento, con más margen presupuestario o ante un posible cambio de escenario contractual en el club inglés.
Guardiola toma nota: ¿decisión deportiva o pulso económico?
Desde Mánchester, Pep Guardiola también está siguiendo el desarrollo de esta situación. Rodri no sólo es clave en su esquema de juego; es, probablemente, el jugador más importante de su engranaje táctico. Con él en el campo, el City ha sido campeón de Europa, de la Premier y ha impuesto un estilo reconocible. Sin él, como se ha demostrado durante su lesión, el equipo ha sufrido en equilibrio y presencia.
Guardiola sabe que Rodri es más que un pivote defensivo: es un líder silencioso, un metrónomo que marca los tiempos del partido. Aunque el técnico catalán no ha hecho declaraciones oficiales al respecto, en el seno del club inglés se interpreta que su postura es clara: no se vende. Al menos, no en este momento y no por esa cantidad. Además, el propio Rodri no ha manifestado públicamente su deseo de cambiar de aires, lo que refuerza la posición de resistencia del City.