La pretemporada siempre marca el inicio de nuevas ilusiones y grandes expectativas para cualquier club que quiera crecer en LaLiga. En Vitoria, el Deportivo Alavés se prepara para un curso lleno de retos, consciente de que la clave está en acertar con los refuerzos. El objetivo es claro: consolidar el proyecto en la máxima categoría y dar un salto de calidad que ilusiona a los aficionados de Mendizorroza.
El mercado de fichajes es siempre imprevisible, pero el trabajo silencioso del Alavés está dando sus frutos. Según informó @lorenzoolleporee, la dirección deportiva está a punto de cerrar la incorporación de un delantero internacional con un perfil físico imponente. El club llevaba años siguiendo al atacante, y la oportunidad de firmar por dos temporadas ha sido clave para que el futbolista apueste por el fútbol español tras varias semanas de negociaciones.
El jugador, que viene de experimentar una temporada marcada por las lesiones en el Dinamo de Zagreb, tenía otras propuestas encima de la mesa. De hecho, llegó a viajar a Estambul para negociar con el Kocaelispor, pero finalmente las condiciones no se ajustaron a lo pactado y decidió regresar a Croacia. Fue entonces cuando el Alavés intensificó las conversaciones y logró convencer a Bruno Petkovic, conocido por su potencia y su capacidad para fijar centrales, para que recale en Mendizorroza.
El impacto del fichaje en la plantilla y la competencia en ataque
La llegada de este atacante refuerza una posición estratégica para el Alavés. Actualmente, la plantilla cuenta con delanteros como Toni Martínez, Panichelli y Asier Villalibre, lo que garantiza una competencia interna muy alta. Sin embargo, no se descarta la salida de alguno de estos puntas durante el verano, sobre todo por el interés que han despertado en el extranjero. Panichelli, por ejemplo, ha llamado la atención del Estrasburgo, que llegó a poner sobre la mesa una oferta cercana a los 15 millones de euros.
El director deportivo, en declaraciones recientes, dejó claro que el club está “en máxima alerta” ante posibles ofertas por varios jugadores clave. Aun así, la confianza en el grupo actual es total y el objetivo es seguir reforzando sin perder estabilidad. De hecho, la llegada de Pablo Ibáñez desde Osasuna y Jonny Otto para la defensa ya ha dado profundidad a la plantilla, mostrando una clara intención de mejorar cada línea del equipo.
La presencia de cuatro delanteros en plantilla permitirá a Coudet gestionar diferentes sistemas tácticos, desde el 4-4-2 habitual a esquemas más ofensivos según el rival. El técnico sabe que la competencia por un puesto será máxima y que, si las lesiones respetan al plantel, el potencial de la delantera podría marcar la diferencia en partidos ajustados.