En Mestalla se respiraba tensión durante todo el lunes, último día del mercado de fichajes en España. La necesidad de un delantero centro era prioritaria para Carlos Corberán y la dirección deportiva del Valencia CF trabajaba a contrarreloj. El sueño era Umar Sadiq, pero la operación con la Real Sociedad nunca terminó de desbloquearse y obligó a buscar alternativas en el tramo final de la jornada.
Una negociación contrarreloj que acabó con final feliz
Apenas una hora antes del cierre del mercado, el nombre de Lucas Beltrán apareció inscrito oficialmente inscrito en LaLiga. El delantero argentino de 24 años llega cedido desde la Fiorentina, sin opción de compra, y el Valencia abonará alrededor de un millón de euros por el préstamo. Además de hacerse cargo de su ficha, claro. Su incorporación da oxígeno a una delantera que contaba únicamente con Hugo Duro como ariete puro, tras la cesión de Alberto Marí al Mirandés.
Beltrán no es un rematador clásico como Sadiq. Se trata de un atacante móvil, asociativo, capaz de jugar como segundo punta o mediapunta. Formado en River Plate, llegó a Europa en 2023 tras una destacada campaña en Argentina con 16 goles en Liga Profesional. La Fiorentina pagó 12 millones por su traspaso y en dos temporadas en Serie A ha sumado 65 partidos con 11 goles y 8 asistencias. En el Valencia aportará dinamismo y versatilidad, cualidades muy valoradas por Corberán en su esquema ofensivo.

La operación frustrada por Umar Sadiq y el giro hacia Beltrán
Durante semanas, el club de Mestalla trabajó para lograr una cesión del delantero nigeriano. Incluso se presentó una oferta de traspaso, que la Real Sociedad rechazó por ser insuficiente. El club donostiarra quería al menos seis millones, cifra inasumible para el Valencia, que ofrecía cuatro. Ante la imposibilidad de acuerdo, se activó la vía Beltrán con rapidez y se consiguió cerrar antes del plazo límite. Para Corberán, el resultado final cumple con la premisa de reforzar el ataque y equilibrar la plantilla.
Una plantilla más competitiva que la del año pasado
El Valencia completa el mercado con sensaciones positivas. Ha mejorado líneas clave y ha respondido a las peticiones de su entrenador. La llegada de Beltrán asegura competencia en ataque y permite que Danjuma se mantenga en la banda izquierda, donde más rinde. Con Hugo Duro y el nuevo cedido argentino, el equipo tendrá variantes ofensivas para afrontar un calendario exigente. Aunque no llegó Sadiq, la dirección deportiva considera que la plantilla es mucho más sólida que la del curso anterior.
Con Beltrán, Corberán dispone ahora de un delantero complementario que encaja con su estilo de presión alta y circulación rápida. El argentino puede asociarse con los centrocampistas, atacar espacios y aportar gol, aunque no sea un nueve de referencia. La afición espera que su adaptación sea rápida y que, junto al resto de refuerzos, el Valencia compita por objetivos más ambiciosos. El reto comienza este fin de semana, con la vista puesta en comprobar si Beltrán puede estrenarse ya con la camiseta blanquinegra.