En Anfield, anoche, el Real Madrid vivió una de sus noches más oscuras en Champions League. La derrota por 2-0 frente al Liverpool, sumada a un rendimiento colectivo decepcionante, dejó al equipo de Carlo Ancelotti ocupando la posición 24, justo marcando el límite de los puestos de eliminación. Tras cinco jornadas, con tres derrotas, el conjunto blanco ha mostrado una versión que ha agotado la paciencia de su afición, desatando críticas feroces tanto al rendimiento del equipo como a la falta de liderazgo en el campo.
El partido contra el Liverpool fue un reflejo de los problemas que arrastra el Real Madrid esta temporada, principalmente en Europa, pero también en LaLiga. Sin intensidad ni claridad, los blancos solo lograron ganar el 36% de los duelos aéreos y también perdieron la mayoría de enfrentamientos en el suelo. En ataque, la falta de ideas fue evidente, con solo una ocasión clara: el penalti fallado por Mbappé, quien tampoco estuvo a la altura de las expectativas. El Liverpool dominó el encuentro en todos los aspectos, dejando en evidencia la falta de alma y cohesión del equipo madrileño.
En El Chiringuito, su enviado especial a Anfield, Edu Aguirre, resumió perfectamente el sentimiento de frustración que embarga al madridismo tras esta nueva debacle. "Hay que hablar de este Real Madrid. Ha dado señales de que es un equipo al que le falta ser compacto, le falta fútbol, le falta alma... Le faltan muchas cosas", señaló el periodista, visiblemente afectado por el rendimiento del equipo en Anfield. Sus palabras resonaron como un eco de las críticas generalizadas que han comenzado a surgir contra los jugadores y el cuerpo técnico.
Y Kylian Mbappé...
El foco de las críticas no solo estuvo en el desempeño colectivo, sino también en figuras individuales como Kylian Mbappé. La estrella francesa, llamada a liderar al equipo en ausencia de Vinicius, no logró marcar diferencias en su posición favorita, la banda izquierda. Aguirre también se refirió a él con contundencia: "Y Kylian Mbappé...". Aunque no desarrolló más su comentario, el tono fue suficiente para dejar claro que la paciencia con el delantero también está llegando a su fin. Su penalti fallado y su falta de impacto en el juego fueron símbolos de una noche para el olvido.
El Real Madrid, un equipo acostumbrado a brillar en las noches de Champions, se encuentra ahora en una situación inédita. Su fragilidad defensiva, la falta de intensidad y la ausencia de liderazgo en momentos clave están cobrando factura. Mientras el Liverpool se afianza como líder, el Real Madrid deberá afrontar una crisis deportiva y emocional para intentar revertir su situación.