El fútbol tiene esa pequeña capacidad mágica de unir a personas en cualquier circunstancia. Padres e hijos conectan profundamente y disfrutan de grandes ratos que quedan guardados en la retina viendo juntos un partido de este maravilloso deporte. Y nadie se escapa de esta mágica conexión; ni siquiera el mismísimo Gerard Piqué.
El exfutbolista comparte su pasión por el Barça con el mayor de sus dos hijos, Milan, quien ya ha demostrado en innumerables ocasiones que es un gran fanático del ex equipo de su padre. Y aunque ahora ha tenido que mudarse a Miami a causa de la separación de sus padres y de la custodía mayoritaria de su madre, Shakira, cuando regresa a Barcelona, aproveha para acompañar a su padre al estadio.
Esto ocurrió precisamente en el duelo que enfrentaba a Barça y a Brest el martes en el marco de la Champions League. Gerard Piqué acudió al Estadi Olímpic acompañado de su hijo Milan y dos amigos más del joven. Y, además, todos ellos se sentaron en un lugar especialmente privilegiado: justo debajo de los lesionados del Barça: Ter Stegen, Christensen, Lamine Yamal, Ferran Torres y Marc Bernal.
Y las cámaras, evidentemente, estuvieron muy pendientes de todos ellos. De hecho, les cazaron celebrando el segundo gol del Barça, protagonizado por Dani Olmo tras un gran caracoleo dentro del área. Milan lo celebró de forma efervescente y jolgoriosa, abrazando primero a sus colegas y luego a su padre, mientras que Gerard Piqué se limitó a aplaudir. Una tiernísima imagen.
Victoria importante para el Barça
La presencia del excapitán culé y uno de sus mayores seguidores, su hijo, sirvió al Barça para recuperar las buenas sensaciones que hacía dos semanas habían dejado atrás. Llegaban al choque con sentimientos encontrados después de caer derrotados en el Reale Arena y de dejarse empatar por el Celta de Vigo en Balaídos. Además, seguían contando con la baja de su jugador estrella, Lamine Yamal, y, para más inri, se enfrentaban a uno de los pocos equipos invictos de la Champions League.
Sin embargo, los culés pudieron volver a la senda de la victoria sin sufrir en demasía (3-0) y mostrándose muy superiores al Stade Brestois, Brest para los amigos. Consiguieron, con esto, el primer triunfo sin la presencia de Lamine Yamal, pues, hasta ahora, en sus tres ausencias, los de Hansi Flick habían cosechado dos derrotas y un empate.
Gracias al triunfo, los culés se han colocado en una segunda posición provisional, a expensas de lo que ocurra en la jornada del miércoles. Lo que sí ha hecho con certeza es afianzarse entre los ocho primeros puestos, los que dan acceso directo a los octavos de final.