En Sudamérica, el fútbol nunca es solo cuestión de puntos o clasificaciones. La rivalidad entre selecciones como Argentina y Colombia trasciende lo deportivo y se alimenta de historias recientes, polémicas sin cerrar y personalidades fuertes en ambos bandos. Esta semana, en un duelo correspondiente a las clasificatorias para el Mundial de 2026, ese trasfondo volvió a saltar al primer plano, desatando un cruce mediático que aún hace ruido en todo el continente.
Argentina llegaba a la cita con la tranquilidad de tener el billete asegurado para el próximo Mundial, una situación que ha permitido a Lionel Scaloni experimentar con variantes y repartir minutos entre sus figuras y nuevos talentos. El ambiente en la selección albiceleste era de relativa calma, pero con la exigencia de mantener la competitividad y el prestigio intactos, especialmente en partidos de alto voltaje como el de esta semana.
Por el contrario, Colombia afrontaba el choque en un momento mucho más delicado. Tras una serie de resultados irregulares, los cafeteros veían en este encuentro una oportunidad de oro para certificar la clasificación directa, aunque llegaban con la presión de romper una mala racha. Un empate, aunque no es del todo un mal resultado, de momento no les sirve y deberán completar la faena en las dos últimas fechas. Son apenas 2 puntos los que les separan del Mundial 2026.

Un duelo tenso
El partido entre argentinos y colombianos terminó igualado, un resultado que mantiene a la albiceleste en lo más alto de la tabla, confirmando su dominio durante toda la fase clasificatoria. Argentina ya suma 35 puntos y mira a sus perseguidores desde la distancia, mientras que Colombia, con 22 puntos y una racha de seis partidos sin ganar, se sitúa en la sexta posición. Los colombianos, aunque irregulares, dependen de sí mismos en las últimas fechas, lo que añade un extra de emoción a la recta final.
Destacó especialmente el gol de Luis Díaz, que puso a Colombia por delante y rompió una sequía histórica en Buenos Aires. Sin embargo, la expulsión de Enzo Fernández condicionó a los locales, que supieron sobreponerse y rescatar un empate gracias a la entrada de Thiago Almada, quien firmó el gol de la igualada.
El pique entre Messi y James: declaraciones y polémica
El choque no solo se jugó en el césped, sino también en las palabras. El capitán argentino no olvidó las polémicas declaraciones de James Rodríguez tras la final de Copa América del pasado verano, donde el colombiano sugirió que el arbitraje había beneficiado a Argentina. Durante el encuentro de esta semana, Messi aprovechó un momento tenso para recordárselo directamente: “Dijiste que nos habían ayudado en la final. Hablás mucho”.
James, sorprendido, negó en ese momento haber hecho tal afirmación y prefirió no dar mayor trascendencia al encontronazo al finalizar el partido, asegurando que “lo que pasa en el campo, se queda en el campo”. Esta situación volvió a poner de manifiesto que las rivalidades en el fútbol sudamericano no se olvidan fácilmente, y menos cuando involucran a figuras de la talla de Messi y James, líderes indiscutibles de sus selecciones.
Edu Aguirre toma partido y reaviva la llama
En medio de este ambiente enrarecido, las reacciones en medios no se hicieron esperar. Edu Aguirre, conocido tertuliano de El Chiringuito, se posicionó claramente del lado de James Rodríguez, lanzando un dardo directo hacia Leo Messi: “James ha dicho lo que muchos creemos, que a Messi le han dado muchas cosas que no merecía. Messi ha sido uno de los mejores de la historia, pero por ser el niño bonito, le han regalado muchas cosas que no merece. Todo está preparado casi siempre para que el niño bonito gane”.
Aguirre fue más allá y señaló la supuesta incapacidad del astro argentino para digerir la derrota: “Si el niño bonito pierde, no sabe perder. Si el niño bonito pierde le echa la bronca a Tello, a Cuenca, echa a Ibrahimovic, manda Guardiola o yo... Llevamos 20 años viendo a un grandísimo jugador que ha mandado más que cualquier presidente. Y eso vosotros jamás lo vais a aceptar. Y lo que dijo James escuece. Y el problema es de Messi, que seis meses después de aquellas declaraciones, no ha logrado superarlo”.