Tras una nueva lesión de Ansu Fati, esta vez en el bíceps femoral, el doctor Ramón Cugat, ciruja encargado de llevar la operación de Ansu Fati afirma que la rodilla está al 100% y que la operación fue un éxito pero asegura que el problema estuvo en la recuperación del futbolista, una rehabilitación que no le terminó de convencer.
“Lo que le pasó a Ansu Fati es que se esforzó demasiado, entrenando dos veces al día en lugar de una, eso provocó que se le hinchara la rodilla. El problema no fue la operación, sino la rehabilitación", insistió. Y es que Ansu Fati tuvo varias recaídas después de operarse que lo mantuvo dos años lejos de los terrenos de juego.
“Lo que ocurrió fue que los puntos se abrieron debido a que el propio jugador entrenaba muy duro, entrenando dos veces al día en lugar de una, lo que provocó que la rodilla se hinchara" volvía a indicar el doctor Cugat.
Ansu Fati, sin ritmo y sin confianza
Sin duda estamos ante uno de los casos más tristes que nos ha dejado el fútbol después de aquel fatídico 7 de Noviembre de 2020 en la que una jugada fortuita con Aissa Mandi, jugador del Betis, Ansu caía lesionado tras doblarse completamente la rodilla.
Tras varias operaciones, muchas recaídas y tener que afrontar eso después de que todo el mundo hablara maravillas sobre un jugador que apuntaba muy alto en el fútbol europeo.
Tras una rehabilitación intensa y posiblemente con un exceso de carga para intentar volver lo antes posibles derivó en más lesiones que lo tuvieron más tiempo sin jugar. Su cesión en Inglaterra fue desaprovechada porque Ansu sigue lejos del ritmo que se exige hoy en día y actualmente está sin ese ritmo y sin esa confianza.
Su sueldo, un problema grande para el Barça
Desde el club consideran que ya ha tenido las oportunidades suficientes y que a sus 21 años y después del historial del jugador se entiende que lo mejor es una salida. En el Barça son conscientes que ningún club puede pagar un traspaso por un jugador que ahora mismo no te ofrece ninguna garantía en cuanto a rendimiento por lo que una cesión es la opción más viable.
Aunque en el Barça les gustaría una venta definitiva reconocen que es muy difícil que algún club pague algo pero lo primordial es deshacerse de su desorbitado sueldo que se encuentra en torno a los 14 millones de euros brutos, unas cifras inasumibles por un jugador que no está rindiendo ni aportando nada dentro del campo.
Ansu Fati tiene contrato hasta 2027 después de su última renovación y el jugador busca jugar. Aunque hizo la pretemporada con la intención de ganarse un puesto con Flick, sabe que el técnico prioriza otros jugadores y deberá buscarse una salida.