El Barça tiene muy claro el plan con Ansu Fati, su continuidad en el club está en duda y tanto Hansi Flick como la dirección deportiva quieren que salga por diferentes motivos. En un pasado el propio jugador ya se negó a salir para intentar convencer a Flick pero ahora es el club quién le presionará para que acepte una salida con dos equipos saudíes muy interesados en ficharle.
Ansu no tenía en mente salir del Barça y menos un destino en Arabia pero la presión que ejercerá el Barça con dejarlo en el banquillo los próximos meses puede ser clave para su decisión final. El club espera sacar unos 30 millones por él sabiendo que no será sencillo.
Las causas por las que el Barça quiere desprenderse de Ansu Fati
En el Barça tienen claro que Ansu no va a encajar ahora ni en el futuro porque creen que esa versión de Ansu Fati antes de lesionarse de gravedad ya no se volverá a ver. Ahora mismo es el último delantero en la lista y su nivel y ritmo está muy lejos de lo que quiere Hansi Flick para su equipo, jugadores con intensidad y que presionen alto y sobre todo que sean consistentes y capaces de jugar muchos partidos, algo imposible para Ansu.
Eso sumado a su elevado salario, que se sitúa en los 14 millomes de euros brutos actualmente hacen que sean inasumibles para las arcas del club. El futbolista tiene contrato hasta 2027 y su cláusula es de 1.000 millones de euros pero ningún club europeo está por la labor de pagar un traspaso por su fichaje ya que los precedentes no son muy ilusionantes que digamos, su cesión en el Brighton inglés fue muy pobre y tan solo marcó 3 goles en 30 partidos y no consiguió progresar o volver a coger ritmo y confianza.
No encaja en el sistema de Hansi Flick
El ecosistema que ha creado Hansi Flick con extremos veloces y verticales y un juego por dentro de jugadores de mucha calidad hacen que Ansu Fati no tenga sitio ni en el extremo jugando por dentro ni mucho menos de delantero centro donde está Robert Lewandowski que ha empezado la temporada a un nivel altísimo.
Y Hansi Flick ni se plantea un cambio de sistema para jugar con dos puntas arriba. El encaje no está nada claro y su sueldo hace que el club deba buscarle una salida con destino a Arabia que son los únicos dispuestos a poner dinero por el jugador. Ahora la decisión reside en el propio futbolista que hace meses se negaba en rotundo en salir pero todo podría cambiar si la oferta económica sea desorbitada.