En pleno agosto de 2025, el Real Madrid encara una de las pretemporadas más complejas de los últimos años. Mientras los aficionados aún saborean con acritud los múltiples tropiezos recientes, la entidad blanca se enfrenta a una serie de desafíos internos que pueden marcar la dinámica del nuevo curso. El foco no solo está en los nuevos fichajes y el esperado debut de algunos talentos jóvenes, sino también en la gestión de las grandes estrellas, donde el nombre del extremo brasileño vuelve a dominar los debates.
Vinícius ha sido, en las últimas temporadas, uno de los grandes estandartes del madridismo. Sin embargo, la tranquilidad que muchos esperaban con su continuidad parece estar en duda, justo en un momento en el que la estabilidad del vestuario será más necesaria que nunca para competir por todos los títulos en juego.
La negociación de la renovación de Vinícius, un rompecabezas de verano
La actualidad merengue gira ahora en torno a la negociación de la renovación de Vinícius, un asunto que parecía cerrado meses atrás pero que ha dado un inesperado giro. El entorno del futbolista, según han adelantado fuentes cercanas a la Cadena SER, ha optado por congelar cualquier conversación sobre la ampliación de su contrato. La razón principal es la firme intención del brasileño de equiparar o incluso superar los emolumentos de otras figuras top del club, como Kylian Mbappé.
A sus 25 años, Vinícius entiende que su rendimiento en las últimas campañas le coloca en una posición de fuerza. Su actual contrato expira en junio de 2027 y cuenta con una cláusula de rescisión de mil millones de euros, una cifra que parece inalcanzable para cualquier club europeo pero que deja claro el valor estratégico que tiene para el Real Madrid.
En las últimas horas, el periodista Toño García ha explicado que el propio entorno del jugador considera que nunca se ha dado el visto bueno a la propuesta del club, próxima a los veinte millones de euros netos por temporada. La exigencia es clara: superar los veinticinco millones, sin importar el salario de otros compañeros. De este modo, la presión se traslada a la dirección deportiva, obligando a Florentino Pérez y su equipo a tomar decisiones que pueden condicionar el proyecto a medio plazo.
El factor Xabi Alonso y la postura del vestuario ante la incertidumbre
Lo que ha sorprendido en Valdebebas no es solo la firmeza del entorno de Vinícius, sino la certeza de que algunos pesos pesados del banquillo, como Xabi Alonso, estaban al tanto de la estrategia del jugador. El técnico vasco, que este verano debuta al frente del primer equipo, afronta la situación con cautela, consciente de que el equilibrio salarial puede ser clave para mantener la armonía del vestuario.
La tensión en las oficinas del club se nota en cada reunión, mientras la afición se pregunta si la directiva será capaz de satisfacer las demandas del atacante o si, por el contrario, podría llegar una oferta irrechazable de la Premier League o el fútbol árabe. El mensaje del entorno de Vinícius es nítido: la negociación está en pausa y, por ahora, solo importa rendir en el campo y ayudar al equipo a pelear por todos los títulos.