El mercado de invierno apenas acaba de comenzar y las necesidades del RCD Espanyol son urgentes. Anclado en la zona de descenso de LaLiga EA Sports, el conjunto blanquiazul necesita reforzar una plantilla que no termina de arrancar.
Sin embargo, la falta de límite salarial y la escasa disposición de la propiedad a invertir. Hacen que las posibilidades de ver llegadas en este mes se reduzcan a un escenario: incorporaciones a coste cero o a través de cesiones. En esa tesitura, el club perico ve con buenos ojos la opción de Pablo Ramón, futbolista propiedad del Real Madrid que milita en el Castilla. Una cesión que acaba de hacerse oficial hace apenas escasos minutos.
Un futbolista prometedor
Pablo Ramón (Mallorca, 30/06/2001) aterrizó en Valdebebas en el verano de 2020, tras haberse formado en la cantera del RCD Mallorca. Desde entonces, ha alternado participaciones en el Real Madrid Castilla y en alguna cesión.
La última, la vivió en el Mirandés, donde disputó 36 partidos durante la temporada 2023/24. Incluyendo 35 en Segunda División y 1 en la Copa del Rey, hasta que una grave lesión lo apartó de los terrenos de juego. Este contratiempo ha condicionado su progresión, y a día de hoy, sigue ultimando su recuperación.
En el último verano, el Espanyol ya valoró seriamente su incorporación. Según algunas fuentes, la operación estuvo cerca de fraguarse en los compases finales del mercado, pero la grave lesión y su proceso de rehabilitación generaron dudas en el seno perico.
Por aquel entonces, la negociación apuntaba a que el Real Madrid se guardaría el 50% de sus derechos, a modo de compensación en caso de un hipotético traspaso. La operación, sin embargo, se enfrió a última hora por las incógnitas que rodeaban al estado físico del central balear.
Ahora, con el comienzo de 2025 y un Espanyol con la soga al cuello, la opción de Pablo Ramón vuelve a cobrar fuerza. Su contrato con el Real Madrid expira el próximo junio y, hasta el momento, no ha habido noticias sobre una posible renovación.
Este es el punto que da alas a la directiva para intentar amarrar su cesión —y, con suerte, una posterior adquisición a coste cero— sin descuidar la economía. Al fin y al cabo, el Espanyol no puede permitirse desembolsar un solo euro adicional si no libera masa salarial. Lo que obliga a que las incorporaciones lleguen bajo cesión o en libertad de contrato.
Refuerzo para la defensa
Manolo González, en su rol al frente del Espanyol, lleva semanas reclamando un refuerzo para la zaga, una parcela que está mostrando debilidades considerables. Con varios nombres sobre la mesa, la candidatura de Pablo Ramón se presenta como la más realista en términos financieros y deportivos.
El entrenador, que no conoce la victoria en las últimas jornadas, necesita un soplo de aire fresco para mantener vivo el pulso por la permanencia. Y si el balear logra dejar atrás sus problemas físicos, podría convertirse en un activo muy valioso en la segunda vuelta.
El reto de la permanencia
La clasificación no miente: el Espanyol se encuentra en una situación crítica, con apenas 15 puntos tras 18 jornadas disputadas. Cada vez se reduce más el margen de error, y la afición exige una reacción inmediata. Las llegadas de jugadores a coste cero o cedidos parecen la única alternativa real para apuntalar un proyecto que no puede permitirse descender.
En este contexto, Pablo Ramón podría dar un salto al primer plano si finalmente se consuma su llegada a Cornellà-El Prat. Dándole a Manolo González una pieza joven, con proyección y un hambre competitivo que encaja perfectamente en la recta final de la temporada.