Desde hace ya varias semanas que en los despachos del Camp Nou está establecida la hoja de ruta que se quiere seguir en el mercado estival de fichajes. La dirección deportiva, comandada por Deco, es consciente de las necesidades que tiene el club. E incluso el propio presidente, Joan Laporta, reconoció en una entrevista en Barça One que quiere fichar "a un centrocampista defensivo y a un extremo nato" para la banda izquierda.
Sin embargo, la delicada situación financiera sigue siendo una dura realidad tornada en hándicap para las aspiraciones del Barça. Por tanto, todo depende ahora de si finalmente la entidad catalana puede acogerse a la Regla 1:1. De lograrlo, ya podrían incluso valorar fichajes de alto calibre; eso sí, siempre y cuando se produjeran antes ventas también caudalosas.
Y uno de los que figuraba entre la lista de transferibles, en principio, era Raphinha. Más allá de por su nivel, irregular en general aunque extraordinario en las últimas semanas del curso 2023/24, por su amplio cartel. Se habla de que hay equipos saudíes dispuestos a invertir incluso 80 millones de euros en su fichaje; también ha suscitado bastante interés en la Premier League inglesa.
Deco no quiere presionar a Raphinha
Esa enorme cantidad de dinero ayudaría al Barça a poder afrontar fichajes que hace unos días resultaban inviables. Recordemos que la Regla 1:1 permite invertir en incorporaciones el 100% de lo recaudado en ventas. Es decir, en caso de producirse la salida de Raphinha a un equipo saudí, Joan Laporta dispondría, mínimo, de 80 millones para fichar.
No obstante, ahora Deco ha tomado una decisión que ha sorprendido a todo el entorno culé. El director deportivo, según el diario Sport, no quiere presionar a Raphinha a salir del Barça y sólo aceptará propuestas si él está conforme. Este pequeño favor que le ha hecho el dirigente azulgrana se corresponde a la espléndida relación que mantienen ambos.
Pero la realidad es que el deseo del atacante brasileño es el de quedarse en el equipo azulgrana. Y eso no beneficiaría en absoluto a los planes de mercado del Barça. Por ejemplo, si no se produce la venta de Raphinha se complicaría enormemente la llegada de Nico Williams o de cualquier otro extremo zurdo de categoría.
Además de la poca disponibilidad monetaria que eso supondría, también afectaría el factor overbooking. Ya han insistido en recurrentes ocasiones en que tratarán de mantener a Joao Félix en el equipo. Y, aunque dos efectivos para una demarcación son más que suficientes, el Barça contaría incluso con tres si finalmente tampoco sale Ferran Torres.