No todos los técnicos son capaces de dejar su huella en el fútbol español. Por eso, lo que ha hecho José Bordalás en los últimos años es de un mérito tremendo. El alicantino ha creado una doctrina futbolística impecable y reconocible a la que muchos jugadores se han adaptado a la perfección.
Uno de los mayores adeptos de esa ideología de fútbol de impacto, físico y corpulento es Dimitri Foulquier. El guadalupeño ha sido, sin duda, una de las mejores cosechas del huerto de José Bordalás. Y ahora quiere recuperarlo para su Getafe.
El Getafe, en busca de un lateral
El técnico del elenco azulón ya ha informado a la dirección deportiva de que necesita a un carrilero diestro de cara al próximo curso. Damián Suárez ya abandonó la entidad hace unos meses y requiere de relevo. Y ya son varios medios los que han garantizado que la petición expresa de Bordalás es la de Dimitri Foulquier.
Ya coincidió con él en la temporada 2018/19, cuando estuvo cedido en el Getafe. Y ahí pudo mostrar una de sus mejores versiones, pues se adaptó a la perfección a la táctica implementada por el míster. Y más tarde, cuando Bordalás tomó las riendas del Valencia, quiso llevarse con él al versátil futbolista; y lo hizo.
A Mestalla, pues, llegó en 2021 y firmó un contrato hasta 2025. No hay, por ahora, indicios de que la entidad che vaya a proponerle una renovación. Así pues, tal y como informa el MARCA, los directivos valencianistas no descartan darle salida este verano; eso sí, siempre y cuando se lleguen a ciertos parámetros económicos.
La realidad es que Foulquier ha sorprendido este curso a la parroquia 'blanquinegre' con un nivel bastante reseñable; mucho mejor que el de anteriores temporadas. Ha podido participar en 34 duelos y, aunque no ha incidido en ningún gol, sí ha sido determinante sobre el verde. Fuerte, intenso e inexpugnable en las acciones defensivas y habilidoso y resolutivo en sus expediciones ofensivas.
El futbolista originario de Guadalupe, aunque con nacionalidad también francesa, se crio en la cantera del Rennes. En 2013 tuvo su primera aventura en el Granada, quien lo fichó en propiedad el verano siguiente tras cumplirse su contrato de cesión.
Luego lo compró el Watford, quien lo mandó a préstamo al Estrasburgo primero, al Getafe después y al Granada por último. Los nazaríes, como ya habían hecho años atrás, volvieron a pagar para contratarle. Al año siguiente de eso, el Valencia decidió invertir 2,5 millones en él.
Y ahora, tras tres temporadas en Mestalla en las que ha sido jugador importante para Bordalás, Gattuso y Baraja, podría poner punto y final a su periplo che. Su valor de mercado es precisamente de 2,5 millones de euros. Ahora, pues, todo depende única y exclusivamente de si el Getafe decide pagar o no.