El Barça sufrió un doloroso revés al caer 1-2 frente a Las Palmas en Montjuic. La derrota sorprendió a los aficionados culés, acostumbrados a la fortaleza de su equipo en casa. Este resultado rompe una racha importante en casa y deja interrogantes sobre el rendimiento colectivo.
El encuentro estuvo marcado por la controversia arbitral, desatando reacciones tanto en la grada como en el banquillo. Las Palmas aprovechó las oportunidades, mientras el Barça acusó la ausencia de jugadores clave. La derrota pone presión sobre Hansi Flick, obligado a reactivar al equipo.
El escándalo llegó con una jugada en la que Mika Mármol pisó claramente a Cubarsí en el área. Ni el árbitro Cordero Vega ni el VAR señalaron penalti, desatando la indignación del vestuario blaugrana. Según palabras de Vega, no vio intencionalidad en la acción, justificando su decisión.
Un arbitraje que deja mucho que desear
El penalti no sancionado a Cubarsí ha sido el tema central tras el partido. En la jugada, Mármol pisa claramente al defensor del Barça, causando incluso una herida visible. La reacción del VAR y del árbitro fue sorprendentemente pasiva, generando frustración en el equipo local.
Pau Cubarsí expresó su incredulidad tras el partido: "Hostia, pero hostia ¿cómo no es penalti cuando me ha pisado?". La frase refleja la impotencia de los jugadores ante decisiones que, a su juicio, los perjudican. Este tipo de arbitrajes cuestiona la transparencia del sistema VAR.
Por su parte, Cordero Vega explicó su perspectiva: "Va mirando el balón y no te ve...". Estas palabras, pero, no han convencido ni a los jugadores ni a los seguidores culés, que consideran el fallo como una muestra más de la fuerte inconsistencia arbitral.
Las Palmas aprovecha el desconcierto
Además del arbitraje polémico, el Barça mostró carencias importantes en su juego. Las ausencias de Lamine Yamal y Dani Olmo pesaron en el ataque culé. Flick, tras el encuentro, admitió que la falta de equilibrio en el equipo es algo que deben corregir.
Las Palmas, por otro lado, hizo gala de un planteamiento táctico que frustró al Barça. El equipo visitante supo mantener el marcador, incluso ante las constantes llegadas blaugranas. Esta victoria les da un impulso crucial en la clasificación.
La polémica no se limitó al penalti no pitado. El comportamiento del cuerpo arbitral y el uso del VAR dejaron a muchos cuestionando la imparcialidad en este tipo de decisiones. La frase "está todo atado y bien atado", pronunciada históricamente, resuena con fuerza en la afición culé.
El partido ante Las Palmas deja una lección clara: el Barça necesita mejorar tanto en el campo como en su respuesta a la adversidad. La controversia arbitral sigue siendo un lastre en la competición, generando frustración en equipos y aficionados.