El futuro de Julián Álvarez podría convertirse en uno de los temas más calientes del próximo mercado de fichajes. El delantero argentino, actualmente en las filas del Atlético de Madrid, afronta la temporada 2025-26 con un objetivo claro: conquistar títulos. Sin embargo, su entorno ya deja entrever que, si las vitrinas del Metropolitano permanecen vacías, el jugador escuchará ofertas y valorará un cambio de aires.
Álvarez, que aterrizó en el Atlético tras su exitoso paso por el Manchester City, ha demostrado ser uno de los delanteros más completos del panorama europeo: velocidad, capacidad asociativa, olfato goleador y una notable polivalencia en ataque. Pero a sus 25 años, el argentino quiere más que buenas estadísticas: busca títulos.
Una temporada clave en el Metropolitano
Diego Simeone sabe que Julián Álvarez será fundamental si el Atlético quiere pelear de verdad por LaLiga, la Champions League y la Copa del Rey. La inversión realizada por el club rojiblanco y el peso que el jugador tiene en el esquema táctico hacen que sus actuaciones estén bajo la lupa jornada tras jornada.

Sin embargo, en la última campaña, pese a sus goles y asistencias, el equipo se quedó lejos de los objetivos más ambiciosos. El argentino es consciente de que una temporada más sin títulos podría comprometer su crecimiento y su palmarés. Por eso, la exigencia personal y la presión colectiva se unen en un año que se presenta decisivo para él.
Laporta, pendiente del movimiento
En Barcelona, Joan Laporta sigue con atención cualquier señal que apunte a una posible salida de Julián Álvarez del Atlético. El presidente blaugrana ha demostrado en otras ocasiones su habilidad para vincular fichajes estrella con momentos políticos clave, y en 2026 se enfrentará a unas elecciones donde el músculo deportivo será tan importante como el discurso institucional.

Para Laporta, la llegada de un jugador de la talla de Julián Álvarez supondría un golpe de efecto tanto en el césped como en las urnas. El argentino encaja en la idea de rejuvenecer la plantilla con futbolistas de élite que aporten rendimiento inmediato y proyección futura.
Competencia feroz y economía ajustada
El gran obstáculo para el Barça sería económico. El contrato de Julián Álvarez con el Atlético es largo, y su cláusula de rescisión, elevada. Además, en caso de que el argentino decida salir, no faltarán pretendientes: clubes de la Premier League, Serie A y otros gigantes europeos ya han mostrado interés en el pasado.
Para que el Barça pueda entrar en la puja, será imprescindible cuadrar números, generar ingresos mediante ventas y ajustar el límite salarial. La operación, aunque difícil, no es imposible, sobre todo si la voluntad del jugador es clara.
Un ojo en la Champions y otro en el Camp Nou
Julián Álvarez afronta el curso con la mente puesta en levantar trofeos con el Atlético. Simeone confía en que la ambición del delantero se traduzca en actuaciones decisivas en los partidos grandes. Sin embargo, la posibilidad de que vista de blaugrana en un futuro cercano ya es un tema que circula en los pasillos del Camp Nou.
El propio entorno del futbolista reconoce que la idea de jugar en el Barça le resulta atractiva. El club catalán ofrece historia, proyección mediática y la posibilidad de luchar cada año por los títulos más importantes, algo que coincide plenamente con las aspiraciones del argentino.
La condición final
Si el Atlético logra al menos un título, Julián Álvarez podría continuar en Madrid y consolidar su rol como líder rojiblanco. Pero si el equipo cierra el curso sin levantar ningún trofeo, el delantero activará su decisión más contundente: ponerse en el mercado y escuchar, en primer lugar, al FC Barcelona.