La temporada que acaba de terminar ha cambiado por completo el estado de ánimo en Vigo. Después de varios años alejados de la ilusión europea, el Celta ha logrado al fin clasificarse para la próxima edición de la Europa League. Este éxito supone mucho más que un simple premio deportivo: obliga a la directiva celeste a dar un salto de calidad en la plantilla, renovar ambiciones y buscar refuerzos que permitan competir en el exigente calendario continental.
La afición lo sabe y ya ha comenzado a soñar con incorporaciones de relumbrón. El equipo gallego, que en los últimos meses ha experimentado una notable mejoría bajo la batuta de Claudio Giráldez, terminó LaLiga en una séptima posición más que meritoria, superando las expectativas iniciales y dejando atrás los años de dudas y malos resultados.
En este contexto, cada pequeño rumor o interacción en redes sociales es analizado al milímetro. Los seguidores celestes miran de reojo a los descartes de los grandes equipos, un mercado recurrente entre estos equipos de media tabla de LaLiga.
Las redes sociales encienden la ilusión: ¿sueño o simple deseo?
Hace apenas unos días, una simple publicación de Ansu Fati en Instagram bastó para desatar la rumorología entre los aficionados del Celta. Varios seguidores dejaron mensajes animando al joven delantero del Barça a recalar en Vigo. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue la reacción de Ilaix Moriba, actual jugador del Celta cedido por el RB Leipzig, quien respondió a estos comentarios con emoticonos que denotaban su deseo de volver a compartir vestuario con Ansu Fati, tal como ya hicieron en la cantera azulgrana.
Hay que matizar que, a día de hoy, no existe ninguna información oficial ni rumores sólidos sobre el interés real del Celta en Ansu Fati. Se trata, por ahora, de un simple deseo compartido por algunos seguidores y por el propio Ilaix Moriba en el ámbito digital. De hecho, en las últimas semanas varios medios daban prácticamente por cerrada la cesión de Ansu Fati al Mónaco, con una opción de compra incluida, aunque el silencio informativo reciente hace pensar que la operación podría estar estancada.
Además, para más inri, hay que tener en cuenta que, aunque hay intenciones de retenerle, todavía no es seguro de que Ilaix Moriba vuelva a vestir la carcasa celeste el próximo curso. Su cesión termina el 30 de junio y habrá que renovar con el RB Leipzig.
Estadísticas, pasado común y la aportación de Ilaix Moriba
Ilaix Moriba y Ansu Fati compartieron vestuario en la UEFA Youth League 2018/19, en la que disputaron juntos cinco partidos con el juvenil del Barça. En aquel entonces, ambos dejaron muestras de su potencial, aunque fue Ansu quien dio el salto meteórico al primer equipo. Según las estadísticas facilitadas, Moriba sumó 210 minutos en esos cinco encuentros, mostrando ya entonces su capacidad de sacrificio y polivalencia en el centro del campo, mientras que Ansu Fati empezó a despuntar por su verticalidad y capacidad goleadora.
Esta temporada, sin embargo, el rendimiento de Ansu Fati con el Barça ha estado muy por debajo de lo esperado. Según los datos, ha disputado 11 partidos oficiales entre LaLiga, la UEFA Champions League y la Copa del Rey, sumando apenas 298 minutos y recibiendo solo una tarjeta amarilla, sin anotar goles ni repartir asistencias. Un bagaje muy escaso para un jugador con su proyección, lastrado por las lesiones y por la dura competencia interna en el ataque blaugrana.