El filial azulgrana vive momentos convulsos, con varios canteranos valorando opciones lejos de la Ciudad Condal. Los próximos días se antojan decisivos en un mercado invernal que ya ha dejado pistas de un éxodo juvenil hacia destinos exóticos. El club, mientras tanto, prepara una operación que podría cerrarse de forma inminente y dejar en caja unos cuantos millones de euros.
El protagonista de esta historia es Pau Prim, un mediocentro de 18 años que llegó al Barça en etapa de prebenjamín. Pese a su prolongada trayectoria en La Masia, no ha logrado debutar con el primer equipo y hoy milita en el Barça Atlètic, donde acumula 16 encuentros en la Primera Federación. Su valor de mercado se sitúa alrededor de los 500.000 euros, pero la venta puede suponer una cifra bastante más abultada.
En los últimos días, el jugador parecía tener propuestas desde Arabia Saudí, al igual que su compañero Unai Hernández, quien está próximo a recalar en el Al Ittihad. Sin embargo, la prioridad de Pau pasa por el fútbol catarí, donde se habla del Al Sadd como el posible destino final. El traspaso aún no está firmado, pero según el periodista Fabrizio Romano, las negociaciones se han acelerado.
'Palancas' inesperadas
El Barça, consciente de la dificultad para retener a estos talentos, intenta obtener los mejores beneficios económicos posibles. El problema radica en que muchos de ellos, como Prim, tienen contrato hasta 2025 y no aceptan renovar, lo que obliga a la directiva a plantearse ventas tempranas. El caso de Unai Hernández podría dejar en caja más de cinco millones de euros, mientras que Pau Prim generaría una cantidad ligeramente inferior.
A nivel deportivo, la perspectiva de un futuro sin oportunidades en el Camp Nou ha influido en la decisión del mediocampista de 18 años. Desde las categorías inferiores, siempre se le consideró un pivote con buena técnica y visión de juego, pero la competencia en la élite es implacable. Además, la llegada constante de refuerzos y las escasas plazas en el primer equipo complican las aspiraciones de muchos canteranos.
En la entidad azulgrana existe preocupación por el “efecto llamada” que puede provocar la aparición de clubes árabes con ofertas difíciles de rechazar. Por ello, el Barcelona ha comenzado a trazar un plan para blindar a las promesas que sí ve claves en el futuro. Aun así, en este mercado de invierno ya se dan por perdidos varios futbolistas que parecían llamados a competir por un puesto en el primer equipo.
En el caso de Pau, la marcha apunta a concretarse en los próximos días, aunque todavía podrían darse giros de última hora. Si nada se tuerce, será la segunda fuga sonada de un canterano hacia tierras exóticas en cuestión de semanas. Mientras tanto, la secretaría técnica trabaja sin descanso, intentando equilibrar las cuentas y asegurar la supervivencia financiera de un club que sigue buscando talento, pero también corre el riesgo de perderlo.