El FC Barcelona afronta el tramo final del mercado de invierno con un panorama incierto en lo que a salidas se refiere. La situación financiera del club obliga a ser creativos si se desea acometer algún fichaje —por ejemplo, un delantero como Marcus Rashford—, y ello pasa inevitablemente por dar salida a algunos futbolistas que permitan aliviar masa salarial. Hasta hace poco, Eric García era uno de los grandes candidatos a marcharse, sobre todo por el interés que mostró el Girona en verano. Sin embargo, la última victoria copera frente al Betis ha modificado el escenario en torno al canterano de 24 años.
La clave del cambio reside en cómo Hansi Flick, técnico azulgrana, ha utilizado a Eric a lo largo de la campaña. El futbolista barcelonés ha actuado en dos posiciones bien distintas: por un lado, como pivote (6 apariciones en LaLiga), y por otro, como defensa central (4 apariciones). Ante las dudas que ofrecía Frenkie de Jong cuando Flick lo situaba más adelantado, Eric se erigió en la alternativa real a Marc Casadó en el mediocentro, lo que hacía prácticamente inviable su salida en enero. El Barça encontraba en él un comodín ideal, capaz de cumplir en varios roles gracias a su polivalencia.
Pero el partido de Copa contra el Betis ha supuesto un punto de inflexión. Frenkie de Jong, que había venido desempeñándose como mediapunta en las últimas semanas, regresó a la base del mediocampo. Y su actuación resultó convincente: 98 intervenciones, 65% a uno o dos toques, 12 balones recuperados y apenas una pelota perdida. Estas cifras han devuelto la confianza a Flick en la capacidad de Frenkie para asumir la posición de pivote sin perder fluidez en el juego. Además, De Jong se mostró más cómodo y participativo que nunca. Al término del encuentro, el técnico alemán elogió su rendimiento y celebró “un paso adelante” del neerlandés.
De Jong y Christensen, verdugos de Eric García
Ese paso adelante de Frenkie coincide, además, con la inminente vuelta de Andreas Christensen. El danés, que puede actuar como central e incluso como mediocentro en caso de emergencia, volverá a estar disponible para la próxima jornada de LaLiga, lo que cubre de sobra la demarcación en la que Eric García estaba siendo importante. De hecho, Flick ya probó a Christensen en el pivote este verano y no descartaría retomar la idea si hiciera falta. En tal contexto, la utilidad inmediata de Eric puede descender.
La gran pregunta es si eso facilitará su salida antes del 3 de febrero, fecha límite de la ventana invernal. El Girona, dirigido por Míchel, sigue al acecho, y el propio técnico ha manifestado —con cautela— su interés: “Ni optimista ni pesimista. Eric es jugador del Barça y no sé qué pasará. Mi prioridad es preparar el próximo partido”. El club gerundense, además, le garantiza un puesto de titular como central, la posición que realmente prefiere el jugador, quien sigue valorado en unos 18 millones de euros y tiene contrato con el Barça hasta 2026.
La postura oficial de Flick ha sido, hasta ahora, reacia a desprenderse de un futbolista tan polivalente, pero el notable encuentro de Frenkie como mediocentro y la vuelta de Christensen podrían cambiar las tornas. Con el deseo de realizar un fichaje que mejore la delantera, ceder o vender a Eric liberaría recursos, dando al mismo tiempo al canterano la oportunidad de jugar asiduamente de central. Las próximas jornadas dirán si finalmente el Barça relega a uno de sus comodines o, por el contrario, vuelve a confiar en su polifuncionalidad para afrontar el duro calendario que se avecina.