El Real Betis estaba decidido a reforzar su ataque en este mercado de invierno, y uno de los nombres que aparecía en la órbita verdiblanca no era otro que el del brasileño Antony Matheus dos Santos, actualmente en el Manchester United. El futbolista de 24 años, que llegó a Old Trafford procedente del Ajax a finales de agosto de 2022, se ha visto relegado a un segundo plano en esta campaña bajo la dirección de Rubén Amorim. Con solo 12 partidos disputados, apenas 356 minutos de juego y 1 gol en la presente temporada, su situación no es la más idónea para un atacante que, hace poco más de un año, se consideraba uno de los mejores extremos del panorama mundial.
Las estadísticas de Antony están lejos de lo esperado para un jugador que costó 95 millones de euros, a petición expresa de Erik Ten Hag. Manuel Pellegrini, consciente de los problemas ofensivos que arrastra el Betis —con muchas bajas y un calendario exigente—, anhelaba la incorporación de un hombre de banda con desequilibrio y que pudiera aportar goles y asistencias. De hecho, la inminente venta de Assane Diao al Como parecía abrir una ventana para la llegada de un refuerzo bomba en Heliópolis.
Sin embargo, toda la ilusión por acoger al extremo brasileño en el Benito Villamarín se ha topado con un muro casi insalvable: el elevado sueldo del jugador. Antony percibe una ficha considerable en el Manchester United, y la directiva inglesa no está dispuesta a sufragar la mayor parte de su nómina en caso de cesión. Para un Betis que maneja unos topes salariales muy ajustados y está inmerso en la necesidad de reducir costes, la operación termina por resultar imposible en términos económicos.
Un rendimiento a la baja
Antony, que brilló en el São Paulo y posteriormente en el Ajax, veía en el Betis una posible vía de escape para relanzar una carrera que, en apenas un año, ha entrado en punto muerto. Sus registros en la Premier League se resumen en 6 apariciones y solo 84 minutos, mientras que en la UEFA Europa League ha tenido algo más de protagonismo, con 4 encuentros y 127 minutos disputados. En la EFL Cup, el brasileño sumó 2 partidos (145 minutos) y logró una diana, su única de toda la temporada hasta la fecha.
Ese rendimiento tan discreto contrasta con la enorme inversión que el United desembolsó por su fichaje (unos 95 millones de euros) y con el que esperaba tener en Antony un agitador de partido. De hecho, el propio Pellegrini comparaba este caso con el de Giovani Lo Celso, un jugador que llegó al Betis con dudas, pero acabó explotando en el entorno adecuado. El entrenador chileno estaba convencido de que, en su sistema, Antony podría retomar la mejor versión exhibida en Ámsterdam, donde deslumbró con su velocidad y su capacidad de desequilibrio.
El final de una ilusión
A pesar de los esfuerzos y de la convicción del cuerpo técnico bético, el alto salario de Antony ha impedido que el Betis pudiera cerrar un acuerdo de cesión. La postura del United es clara: no desean hacerse cargo de la mayor parte del sueldo del jugador. Así, la carpeta ‘Antony’ queda prácticamente cerrada para el cuadro verdiblanco, según El Nacional.
Con este revés, el Betis deberá buscar otras opciones en la recta final del mercado si quiere paliar su falta de gol y las lesiones que han lastrado el rendimiento del equipo. Mientras tanto, el brasileño seguirá sin contar con demasiados minutos en Old Trafford, y su situación seguirá siendo un tema candente en el fútbol europeo, a la espera de que surja un club con músculo financiero suficiente como para afrontar su llegada. De momento, la ilusión de Pellegrini y la afición bética queda aparcada.