El balance actual de los embalses en Catalunya ofrece señales alentadoras en la lucha contra la sequía. Aunque algunos se mantienen estables o incrementan su capacidad, el embalse de Sau continúa siendo el punto crítico con una disminución destacable.
Sau: un descenso preocupante
El embalse de Sau, ubicado en Vilanova de Sau, registra una capacidad actual del 23,45 %, equivalente a 38,75 hectómetros cúbicos. Esta cifra refleja un leve descenso respecto a las últimas semanas y se encuentra por debajo de la media de los últimos diez años, que se sitúa en un 57,54 %.
Hace un año, este embalse estaba al 13,33 %, lo que indica una recuperación parcial, pero insuficiente para afrontar la demanda hídrica de la zona. El impacto del descenso en Sau no se limita solo al abastecimiento de agua. Este embalse desempeña un papel crucial en el ecosistema y en actividades como la pesca y el turismo rural.
Su capacidad reducida está afectando visiblemente a la biodiversidad local, con zonas del fondo del embalse completamente expuestas, lo que genera preocupación entre las comunidades que dependen de sus recursos.
Mejoras en otros embalses
Mientras Sau desciende, otros embalses muestran signos de mejora o estabilidad. La Baells, en Cercs, es un ejemplo positivo. Actualmente está al 60,32 % de su capacidad, con 66,01 hectómetros cúbicos almacenados.
Este nivel supera con creces el 22,97 % registrado hace un año y también está por encima de la media de los últimos cinco años. El embalse de Susqueda, en Osor, también presenta un buen comportamiento.
Con un 33,17 % de capacidad, ha alcanzado 77,28 hectómetros cúbicos, duplicando prácticamente el 18,46 % registrado el año pasado. Estos datos reflejan una tendencia positiva en uno de los puntos clave del sistema Ter-Llobregat.
Tendencias mixtas en los pequeños embalses
La Llosa del Cavall, en Navès, está al 35,78 %, con un volumen actual de 28,63 hectómetros cúbicos. Aunque mejora en comparación con el año anterior (18,34 %), aún está lejos de los valores promedio históricos.
Por otro lado, el embalse de Sant Ponç, en Clariana de Cardener, se mantiene en el 46,02 %, muy por encima del 27,45 % registrado hace un año. El embalse de Foix destaca por su extraordinaria capacidad relativa.
Al 97,30 %, este pequeño embalse se encuentra casi al máximo, demostrando que algunos sistemas han logrado resistir mejor los efectos de la sequía. Aunque su capacidad es limitada, representa un ejemplo de cómo ciertas zonas pueden manejar los recursos de manera más efectiva.
Perspectivas y retos
El balance general de los embalses en Catalunya muestra una capacidad agregada del 34,38 %. Lo que supone un aumento en comparación con el mismo período del año pasado, cuando se encontraba al 17,68 %.
Sin embargo, estos datos no incluyen la validación final, por lo que podrían ajustarse en los próximos días. La recuperación de algunos embalses como Susqueda o La Baells es una buena noticia.
Pero la situación de Sau pone de manifiesto que todavía queda un largo camino para garantizar una gestión sostenible del agua. Las autoridades instan a seguir adoptando medidas de ahorro mientras se esperan lluvias más significativas en las próximas semanas.