Pedro Sánchez escenificó un acuerdo con Marruecos en febrero de 2023, lo que aventuraba el inicio de unas relaciones de cooperación entre ambos países. Lo hizo en el marco de la XII Reunión de Alto Nivel entre ambos países entre ambos países y donde uno de los puntos estrella era la inmigración.
En este sentido, Sánchez acordó con el gobierno marroquí que seguirían trabajando para que las aduanas comerciales en Ceuta y Melilla continúen abriéndose de forma ordenada y progresiva hasta lograr la plena normalización del paso de personas y de mercancías.
En este sentido Sánchez se vanaglorió del acuerdo alcanzado con el país vecino afirmando que: "Estas son las bases que se merecen dos países como Marruecos y España", aseguró el presidente Sánchez. "Dos países que son mucho más que vecinos y que miran al futuro con el deseo compartido de alcanzar las aspiraciones de nuestros pueblos y de lograr el encaje definitivo entre nuestros dos países".
La política migratoria toma más forma
Pero la política migratoria entre ambos países se ha agudizado en las últimas horas cuando se ha hecho público un documento en el que se explicita que Marruecos dejará de aceptar repatriaciones por parte de España desde marzo de 2024.
Por si fuera poco, la medida adoptada por Marruecos y con el beneplácito de España conllevará que los inmigrantes indocumentados que ingresen a España podrán tener todos los derechos en materia de sanidad y servicios básicos. Es decir, del estado del bienestar que ha construido durante muchos años la población autóctona.
Catalunya, una de las más afectadas por la inmigración
Catalunya está siendo, sin duda, uno de los territorios que están recibiendo más inmigración marroquí, hecho que todos los partidos han pasado por alto y que Aliança Catalana ha puesto el grito en el cielo.
Su líder, Sílvia Orriols, ha manifestado que sin la independencia de España y la creación de un estado catalán no se conseguirá cortar la sangría de inmigrantes que llegan de Marruecos, con la inseguridad que conlleva y la pérdida de identidad de la población autóctona.
Y todo ello, en el marco de una política muy marcada del gobierno Sánchez de reconocer el estado de Palestina, y de luchar por la causa musulmana siendo España el país de apadrinamiento de toda la población magrebí, y donde Catalunya sigue siendo una de las grandes receptoras.
El hecho de que ningún indocumentado habiendo cometido un delito pueda ser repatriado a Marruecos abre una nueva dimensión en la relación de vasallaje y sumisión de Pedro Sánchez con el Rey Mohamed VI que AC está denunciando y combatiendo desde las instituciones y que está haciendo abrir los ojos cada vez a más gente de la necesidad de blindar las fronteras para terminar con la inseguridad y el colapso de los servicios públicos.