La líder de Aliança Catalana ha denunciado un acto que considera grave. Sílvia Orriols publicó un mensaje en redes tras el homenaje del 17A en Barcelona. Según explicó, al llegar al acto le costó encontrar su sitio asignado. El motivo: su nombre estaba tapado por los zapatos de un diputado de los Comunes.
En su publicación, Orriols se mostró contundente y visiblemente indignada. Afirmó que ni en un acto de recuerdo a víctimas del terrorismo se pueden aparcar los odios ideológicos. Sin rodeos, señaló directamente a David Cid, diputado de Catalunya en Comú. En sus palabras: “S'ha de ser miserable. Espero que a tu et trepitgin a les urnes”.
David Cid responde con desprecio y alude al “feixisme”
La respuesta de David Cid no tardó en llegar y generó más polémica. Afirmó no haber visto el nombre de Orriols en el suelo. Según él, sólo se percató cuando una asesora empezó a hacerle fotos. Su tono fue irónico y terminó con una frase incendiaria: “Per sort a Catalunya tenim una tradició d’esclafar al feixisme”.

El mensaje fue interpretado como una justificación del gesto, incluso como una amenaza velada. El hecho de usar el verbo “esclafar” (aplastar) fue especialmente criticado. Varios usuarios señalaron que se trataba de una provocación inaceptable. Especialmente en un contexto solemne como el homenaje a las víctimas del 17A.
Orriols ya había sido llamada “nazi” por el mismo diputado
No es la primera vez que David Cid insulta públicamente a Sílvia Orriols. En el Parlament de Catalunya ya la llamó “nazi” durante una intervención. Aquel día no hubo disculpas oficiales ni reproches desde la Mesa. Cid nunca retiró sus palabras y fue aplaudido por parte de su grupo parlamentario.

Esta escalada verbal parece haberse trasladado también a los actos institucionales. Para muchos, el homenaje del 17A debería haber estado libre de enfrentamientos ideológicos. Las víctimas del atentado de 2017 merecen respeto, silencio y unidad institucional. Pero algunos diputados prefirieron el insulto y el gesto político.
Críticas al silencio de los demás partidos catalanes
Aliança Catalana ha lamentado también el silencio de los partidos del sistema. Nadie del PSC, ERC o Junts condenó el gesto ni pidió respeto. Para Orriols, esto demuestra la hipocresía de la izquierda catalana. Según denuncian, si el gesto hubiera sido al revés, se pediría su dimisión inmediata.
En redes sociales, varios ciudadanos también han mostrado su repulsa. Consideran intolerable que se utilicen homenajes a víctimas para hacer política. Muchos usuarios han recordado que el gesto fue fotografiado claramente. No fue un error puntual, sino una acción visible e innecesaria.
Para la líder de Aliança, esta situación demuestra el doble rasero institucional. Cuando alguien de su partido habla con firmeza, se le acusa de odio. Pero cuando la izquierda insulta o humilla, se justifica como libertad de expresión. Orriols afirma que la estrategia de desprestigio no les está funcionando.
Las encuestas ya anticipan un cambio profundo en el Parlament
Según varios sondeos internos, Aliança Catalana pasaría de 2 a 15 escaños. Este crecimiento sería histórico y colocaría al partido como tercera fuerza. Superaría a Junts, PP, Vox y Comuns con claridad, según proyecciones recientes. Este tipo de incidentes no parecen frenar su ascenso, sino acelerarlo aún más.
Orriols no sólo está ganando el relato político, sino también el apoyo popular. Mientras sus rivales la insultan, ella sigue sumando votos. Cada ataque como el de David Cid parece devolverle más respaldo. Las urnas podrían terminar castigando a quienes hoy pisan su nombre.