El entorno financiero europeo ha estado marcado por una intensa consolidación en los últimos años. Tras la fusión del Banco Popular con Santander, la reestructuración del sistema bancario español ha sido una constante, con entidades como CaixaBank y Unicaja asumiendo controles de competidores regionales. En este contexto, la OPA hostil lanzada por BBVA en mayo de 2024 sobre el Banco Sabadell generó desde el principio tensiones regulatorias y sociopolíticas.
El anuncio de hoy llega en un momento clave: el Consejo de Ministros autorizó la OPA el pasado 24 de junio de 2025, condicionada a una separación operativa de tres años.
Gobierno limita la integración para preservar el interés general
El Ejecutivo justificó la imposición de la autonomía jurídica, patrimonial y operativa entre las dos entidades, sin posibilidad de despidos ni cierres forzosos de oficinas. Además, la separación podría prorrogarse hasta 2028 tras un informe de seguimiento.

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, explicó que la medida responde a cinco criterios de “interés general”: regulación sectorial, protección del empleo, cohesión territorial, acción social e impulso a la I+D. Con esta decisión, el Gobierno pretende evitar un excesivo oligopolio bancario que perjudique a pymes y usuarios.
La respuesta de BBVA: OPA sigue adelante pese a los frenos
Este lunes, BBVA confirmó mediante nota a la CNMV que mantiene la OPA pese a las condiciones impuestas. El consejo de administración respaldó esta decisión, argumentando que la operación sigue aportando valor, con una financiación adicional de unos 5.000 M € anuales para familias y empresas.
Sin embargo, BBVA reconoce que el endurecimiento de los plazos impone frenos a las sinergias previstas —850 M € inicialmente calculados—, las cuales ayer se calcularon que podrían descender entre un 40 % y un 50 % debido al retraso operativo. Sus directivos sopesan ahora si recurrir la imposición ante el Tribunal Supremo o retirar la oferta si la rentabilidad se vuelve insuficiente.

Análisis sectorial: ¿tiene sentido seguir con la OPA?
Los analistas apuntan a tres factores clave:
- Mejora del perfil crediticio de BBVA al reforzar su cuota en el mercado nacional y reducir exposición internacional.
- Estrategia de consolidación doméstica ante la falta de opciones orgánicas de crecimiento.
- Posible venta de TSB —filial británica del Sabadell— por unos 2.600 M €, que aliviaría presiones financieras.
No obstante, la pérdida de ahorro por sinergias recortadas y el alto nivel de fricción política hacen dudar al mercado sobre si BBVA mantendrá su postura a largo plazo.
Implicaciones para Sabadell y sus accionistas
Mientras tanto, el consejo de Sabadell analiza la venta de TSB como palanca que dé viabilidad a la OPA y mejore su posición negociadora. Si supera el 50 % de aceptación accionarial, BBVA tomará el control, aunque sin fusión inmediata.
Para los empleados y clientes, el blindaje laboral y territorial garantiza estabilidad durante al menos tres años. Pero el futuro más allá de ese plazo es incierto, y dependerá tanto de la evolución del plan estratégico de Sabadell como de la posible extensión hasta 2028.