Roberto Brasero prevé mal tiempo para Semana Santa

Roberto Brasero confirma el tiempo en Semana Santa... y no te gustará

La borrasca Olivier traerá inestabilidad

Cuando se acerca un periodo de vacaciones como la Semana Santa, muchos empiezan a planificar escapadas y actividades al aire libre con la ilusión de disfrutar de días soleados y temperaturas agradables. Sin embargo, la meteorología puede dar sorpresas, y no siempre son precisamente agradables. En este contexto de incertidumbre, Roberto Brasero, reconocido experto meteorólogo de Antena 3, ha confirmado un cambio importante en el panorama climatológico que podría afectar notablemente estos días festivos en toda España, incluyendo Catalunya.

Un inicio prometedor que cambiará radicalmente

Según el último análisis proporcionado por Roberto Brasero, el comienzo de la Semana Santa presentará condiciones climatológicas inusualmente cálidas y soleadas. Las temperaturas estarán por encima de lo habitual para esta época del año, con máximas que podrían superar fácilmente los 20°C en muchas regiones del país, alcanzando incluso valores cercanos a los 28°C en ciudades como Ourense o Badajoz. Catalunya disfrutará también de este buen tiempo inicial, con jornadas agradables y cielos despejados ideales para realizar actividades al aire libre.

Cielo azul con el sol brillando a través de las nubes.
Sol | Getty Images, LightSecond

Estamos hablando, evidentemente, de la temperatura a nivel generan en España, pues hay que tener en cuenta que en Catalunya se prevén lluvias tanto lunes como martes. 

Sin embargo, este escenario aparentemente idílico en el resto del país tendrá los días contados. Desde mitad de semana, específicamente a partir del miércoles, una borrasca atlántica, bautizada como Olivier, cambiará completamente el panorama meteorológico. Este sistema de bajas presiones, procedente del Atlántico, está previsto que llegue primero al archipiélago canario, donde generará lluvias intensas, especialmente en las islas más occidentales como La Palma, Tenerife, El Hierro y La Gomera, obligando a activar alertas meteorológicas de nivel naranja por la intensidad de las precipitaciones y viento fuerte.

Impacto en la península y Catalunya

La borrasca Olivier seguirá su camino hacia la península Ibérica, afectando directamente a Catalunya y otras regiones de la mitad norte del país a medida que avancen los días. Aunque inicialmente las lluvias serán esporádicas y poco intensas, desde la tarde del miércoles se espera un aumento significativo en la nubosidad, dando paso a precipitaciones más generalizadas y continuas hacia finales de semana.

Según los mapas meteorológicos analizados por Brasero, el jueves y viernes serán días especialmente complicados, con lluvias persistentes que podrían ser fuertes en algunas comarcas catalanas como la Garrotxa, Ripollès, Osona o incluso en puntos del litoral como el Maresme y el Baix Empordà. Este frente lluvioso estará acompañado de un descenso notable de las temperaturas, que pasarán rápidamente del ambiente cálido primaveral inicial a condiciones notablemente más frescas, propias de principios de primavera.

Además,  se esperan episodios de viento fuerte y ráfagas intensas que podrían alcanzar los 60-70 km/h en zonas costeras y áreas montañosas, generando una sensación térmica aún más fría y desapacible. Este cambio radical obligará a reconsiderar planes al aire libre, especialmente en actividades que dependan directamente del buen tiempo.

Dado el impacto significativo previsto por la llegada de esta borrasca, Roberto Brasero recomienda estar atentos a las actualizaciones meteorológicas diarias, especialmente si se tienen previstos desplazamientos o actividades al aire libre durante la segunda mitad de la Semana Santa.

Es imprescindible no olvidar el paraguas o chubasquero y adaptar los planes vacacionales en función del tiempo, priorizando actividades en interiores o aquellos planes alternativos que permitan disfrutar de las vacaciones sin exponerse innecesariamente a condiciones climatológicas adversas. Además, se aconseja revisar los desplazamientos previstos por carretera, ya que las precipitaciones intensas podrían dificultar notablemente la conducción y aumentar el riesgo de accidentes.