La semana avanza con un cambio notable en el tiempo, ya es posible apreciar la inestabilidad desde ayer por la tarde. La segunda mitad del verano avanza con un ritmo diferente al de semanas anteriores. El panorama comienza a mostrar signos de variación y la previsión apunta a jornadas con un ambiente más dinámico, marcado por contrastes y movimientos de masas de aire.
Los próximos días traerán condiciones menos homogéneas en el conjunto del país. Algunos territorios notarán un cambio claro, mientras que otros mantendrán registros similares a los habituales. Las variaciones serán visibles tanto en el cielo como en el termómetro, aunque no afectarán por igual a toda la geografía.

Aire frío en altura: el factor que marca el cambio
Hoy, miércoles, una vaguada con aire frío cruzará la Península, provocando un incremento notable de la inestabilidad. Aunque no se trata de una DANA cerrada, sí empujará masas de aire más frescas hacia el norte peninsular. Las consecuencias se dejarán notar especialmente en Galicia, el Cantábrico y los Pirineos, donde se esperan lluvias persistentes y tormentas puntualmente intensas.
Además de la lluvia, el descenso térmico será evidente en amplias zonas del oeste peninsular. Las máximas bajarán entre 4 y 5 °C respecto al martes, situándose por debajo de los 30 °C en muchas provincias del interior. Mientras tanto, en el Mediterráneo las temperaturas seguirán siendo altas, con noches tropicales en algunas zonas costeras.

En paralelo, el paso de esta vaguada también favorecerá la formación de nubosidad en capas medias y altas, dando lugar a cielos cubiertos. Este tipo de configuraciones atmosféricas puede generar variaciones locales, con chubascos que aparecen de forma inesperada y breves claros que no logran estabilizar el ambiente. Se trata de un escenario típico de transición, donde los contrastes dominan el comportamiento del tiempo.

El jueves marca un punto de inflexión
“El jueves será probablemente el día más fresco de la semana”, adelantó el meteorólogo Roberto Brasero. Y así será en buena parte del país, donde se espera que las máximas se contengan claramente, incluso en áreas habitualmente calurosas. El retroceso del calor será palpable, aunque no total.
En el valle del Guadalquivir aún se alcanzarán los 32 °C. Mientras que el interior de la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia registrará el pico más alto del día: hasta 38 °C. Fuera de la Península, Baleares mantendrá cielos nubosos con posibilidad de lluvias y Canarias tendrá lloviznas débiles en las islas con mayor relieve.
Con el paso de los días, la vaguada se retirará y las temperaturas volverán a subir progresivamente. El fin de semana se perfila más estable, aunque todavía con restos de nubosidad en el norte y el Mediterráneo. Aun así, el jueves marcará un respiro térmico que muchos agradecerán.