El departamento de Justicia, Derechos y Memoria ofrece desde febrero un nuevo servicio dirigido a las personas con discapacidad que consiste en la adaptación del contenido de las resoluciones judiciales –provisiones, autos y sentencias– a un formato de lectura fácil. El objetivo es facilitarles la comprensión de este tipo de textos y promover su plena inclusión social y autonomía en el ámbito de la Administración de justicia, además de garantizarles el derecho al servicio público de la justicia con igualdad de oportunidades y como ciudadanos de pleno derecho.
La traducción del documento en formato de lectura fácil se realiza, por defecto, en la misma lengua, salvo que el órgano solicitante –juzgados o fiscalías– lo solicite en algún otro idioma. Para poder acogerse a este servicio, los órganos judiciales o las fiscalías deben realizar la petición del encargo a través de una instancia dirigida a la Secretaría para la Administración de Justicia, donde deberán hacer constar los datos de contacto del órgano solicitante, los datos referentes al procedimiento judicial y la urgencia del encargo, entre otros, y anexar la resolución judicial original.
El departamento lo remitirá a la entidad Asociación Lectura Fácil –adjudicataria del contrato–, que devolverá el documento adaptado a lectura fácil en el menor tiempo posible y como máximo en el plazo de cinco días hábiles, a fin de evitar que los procesos judiciales se alarguen.
Facilitar la comprensión de las resoluciones judiciales
La fácil lectura busca reducir la complejidad cognitiva de los textos. Es especialmente importante en aquellos documentos con muchos tecnicismos y con una sintaxis a menudo compleja, como pueden ser las resoluciones judiciales. Las adaptaciones de los textos originales a los textos en formato de lectura fácil se logra segmentando las oraciones excesivamente largas en frases cortas; reduciendo el uso de oraciones subordinadas y priorizando las coordinadas o yuxtapuestas; priorizando el uso de las oraciones activas frente a las pasivas; agrupando ideas en párrafos más breves y diferenciados; manteniendo el orden lógico de la frase (sujeto-verbo-complementos) o evitando construcciones artificiosas o rebuscadas, entre otros.
El acceso a la información es un derecho y una necesidad social, y el acceso a una información en formato de fácil lectura, además, está reconocido por la Ley de accesibilidad aprobada por el Parlament de Catalunya en 2014.